Junto a la
carretera Burgos-Bercedo, cerca del
río Trueba, se halla este
pueblo que aparece documentado ya en el s. XII. A mediados del s. XIV pertenecía a don Nuño y a los Velasco, de quien pasó por estos años a los Fernández de la Reguera. Asegura Sáinz de
Baranda que la
torre perteneció a los Fernández de Ribera, pero seguramente es una confusión con el apellido anterior. Posteriormente fue de los Bustamante, como lo demuestran el catastro de Ensenada y las armas grabadas en los
escudos.
En el pueblo se le conoce con el nombre de “el palacio”. Se halla dentro de una cerca. Consta de un cuadrado de unos 10 metros de lado. Posee vanos adintelados al Sur y al Este, algunos protegidos con visera. Bajo el
alero corre una cornisa que en las
esquinas abraza unas minúsculas y esquemáticas torrecillas.
El revoque que le dieron en alguna época está a punto de desaparecer. Bajo él contrasta el buen sillarejo de las esquinas y alrededores de alguna
ventana con el resto de los lienzos, que son de mala cantería. La
puerta de ingreso a la
huerta es de excelente sillería. “Tiene (José de Bustamante) una
Casa con su torre,
pajar, corral, orno,
patio al varrio del Poyuelo su ancho veinte varas y su fondo treinta…”
El análisis de los escudos demuestra que quien levantó la torre fue el matrimonio formado por los apellidos Bustamante-Salinas. Parece construida en el tránsito del s. XVI al XVI, como podría deducirse de algunos detalles: la forma de uno de sus escudos así como su violenta posición, las proporciones de la puerta de ingreso al cercado y sus diversas molduras, la esquematización exagerada de las torrecillas en las esquinas… Su conservación podría calificarse de mala.