En palabras de Elías Marco Rubio, en su CAJON DE SASTRE, describe este viejo ejemplar de
nogal con las siguientes palabras:"En mi última visita a
Villalibado, ya en los estentores de agosto, he visto que la vieja nogala, de la que ya os hablé en otra ocasión, queridos
amigos de este Cajón de Sastre, ha muerto, ya lo esperábamos. Su esqueleto a
contraluz, con sus fantasmagóricos y secos ramajes, abrazando el
cielo, bien merece un
homenaje" (Septiembre 2013). Hoy este nogal ya no existe y deja un vacío y en solitario a la
iglesia, que desde muchos años, han sido testigos de la vida y entresijos de la gente del
pueblo.