Villalibado es una localidad burgalesa, deshabitada, que no abandonada, desde el año 1998, muy próxima a la capital de su municipio
Villadiego, en una loma a orillas del
río Brulles, en la comarca Odra-Pisuerga.
Aparece citada por primera vez con el nombre de “Billarivaldo” en el año 1192, en la carta fundacional del
monasterio de
Santa Cruz de Valcárcel.
La
fuente abovedada ubicada en el nacimiento del arroyo Bao, la primitiva
iglesia románica, el
puente de
piedra de
tradición romana sobre el río Brulles y dos
pozos con brocal de sillería, nos recuerdan los orígenes de este
pueblo burgalés.
La Iglesia y el
torreón son los
edificios más singulares y ambos han tenido evolución e
historia paralela. Tuvieron el mismo origen, se construyeron en piedra de sillería y en los últimos años han pasado por un estado de soledad y abandono.
El Torrejón es una antigua
torre medieval, que siempre dió lustre y señas de identidad a este pueblo, está actualmente incluido en un conjunto de
casas rurales.
Ubicada en un pequeño altozano, junto al pueblo, la soberbia iglesia románica y renacentista dedicada a
El Salvador o de la Transfiguración del Señor, es un templo de finales del siglo XII o principios del XIII. Ha sufrido variaciones de añadidos con las restauraciones posteriores, a causa de frecuentes desperfectos y derrumbes, actualmente restaurada. De su pasado
románico, conserva la cabecera, hoy convertida en
capilla, así como la
fachada norte y parte del hastial occidental. Destaca su llamativo
ábside románico de planta semicircular, con una
ventana con
capiteles zoomorfos, con variedad de
canecillos y decoración ajedrezada.
A principios de los años 70 del siglo pasado, tras una serie de defunciones muy seguidas entre el vecindario, se fue el último matrimonio que quedaba.
En el siglo XXI con el pueblo prácticamente despoblado y en
vías de desaparición, la iniciativa privada de alguno de los vecinos que le abandonaron hace tiempo, comienza un proceso de recuperación y reconstrucción de diversos edificios para el ocio. Esta restauración se realiza respetando la
arquitectura tradicional y popular.