Junto al
río Oca, a comienzos del llamado “
Valle de los Ajos”, un poco apartado de la
carretera que recorre todo el valle y comienzo de otra carretera, que lo une con
Tosantos, en terreno llano, está situado
VILLALÓMEZ, a 13 kilómetros del Belorado y 35 de
Burgos. Le prestan límites y compañía, Mozoncillo de Oca, Villafranca,
Espinosa del Camino,
Villambistia,
Castil de Carrias en las lomas y en la lejanía y
Villanasur Río de Oca. En el cartulario del
monasterio de
San Millán de la Cogolla aparece su nombre escrito por primera vez el 4 de enero de 1007: “ sub villa Beila Gómiz in rivo aukensí” y sus pobladores declararon en las respuestas generales del Catastro del Marqués de la Ensenada en 1752 que pertenecían únicamente al rey, es decir, era lugar de realengo. Contaba con 163 habitantes en el año 1848, como hace constar Pascual Madoz en su Diccionario geográfico.
Creció, aprovechando la bonanza poblacional de la segunda mitad del siglo XIX, como la inmensa mayoría de los
pueblos de la provincia, y llegó hasta 210 personas en el año 1900. Mantuvo muy bien este nivel en la difícil primera mitad del siglo XX y presentaba en 1950 un censo de 200 habitantes. Y, superando el empuje de los duros embates de la emigración de la segunda mitad del siglo,, lo termina con 93 personas en el año 2000.
Hay una
ermita dedicada a San Pedro, Apóstol.
En 1920 nace Gregorio Rojo, atleta, seis veces campeón de
España, olímpico y después preparador de grandes figuras españolas. Medalla de Oro y Brillantes de la Federación española y Medalla de Oro del Mérito deportivo de la Diputación de Burgos