A las afueras de
pueblo está situada su
iglesia, o lo que queda dedicada a
San Juan Evangelista; renacentista, de una nave y dos
capillas laterales, con buena crucería en
bóvedas y hermosa crestería en antepecho del
coro. Su
ábside, formado por la
torre, que en su bajo hace de sacristía, es rectangular. La
portada es renacentista (aunque incompleta), bajo amplio
pórtico abierto con dos buenas
columnas y
capiteles clasicistas. Y la torre es cuadrada, amplia, con
alero moldurado, con cuatro huecos y dos
campanas.
La
pila, buena, es
románica sin
adornos, pequeña y fina y con una inscripción
gótica; y el
retablo mayor, también bueno, es barroco-rococó, con imágenes, dos tablas y tres relieves en Sagrario. Hay un
púlpito de
piedra con columnitas y balaustrada renacentista en el coro de piedra.
Ahora está en
ruinas, que contemplan el paso de miles de peregrinos por el
Camino de Santiago.
Sus libros parroquiales (sólo el de Bautismo) comienzan en 1690.
Madoz habla de las ruinas de una
ermita, donde antes estuvo el
convento de monjas de
Santa Dorotea.
Y están catalogados en sus tierras dos yacimientos arqueológicos del Neolítico y dos
Medievales; y, además, uno posiblemente del Paleolítico, dos posiblemente del Calcolítico; uno posiblemente
Romano y cuatro posiblemente Medievales.