Sus habitantes celebran su fe en una
iglesia dedicada a
San Martín, obispo, de estilo renacentista, de una nave, con pilastrones,
arcos y
bóvedas de
piedra,
con
alero moldurado. Su
ábside es rectangular con pilastrones-contrafuertes en
esquinas, al que se le ha añadido la sacristía. La
portada es también renacentista, bajo
pórtico abierto. Y la
torre es cuadrada, con imposta corrida, alero moldurado y rematada en bolas, con cuatro huecos y dos
campanas.
Tiene una
pila rústica, lisa, con base cilíndrica. El
retablo mayor es neogótico.
Y sus libros parroquiales fueron destruidos en la guerra civil.
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