Localidad situada al norte de la capital del municipio, distante 3 km de la misma. Su perfil está atravesado por el
río Trueba. En el Censo de Floridablanca de 1787 es nombrada como Lugar en el partido de
Campo era uno de los tres que componían las Merindades de Castilla la Vieja, en el corregimiento de las Merindades de Castilla la Vieja, uno de los catorce partidos de la Intendencia de
Burgos entre 1785 y 1833. La jurisdicción local era de realengo contaba con alcalde pedáneo. A la caída del Antiguo Régimen se incorpora al
ayuntamiento constitucional de Merindades Castilla la Vieja, en el partido de Villarcayo. Finalmente entra a formar parte del municipio de
Medina de Pomar. De su
arquitectura de carácter religioso destaca la
iglesia de la población. En cuanto a su arquitectura civil hay que señalar dos
casas blasonadas, una con el
escudo de los Hontañón y otra con el de la
familia Sánchez de Carranza.
En el corto espacio entre el curso del río Trueba y la
carretera que une Medina de Pomar y el Crucero de Montija, en terreno ligeramente desigual, se ubica
VILLAMEZÁN, a 11 kilómetros de Villarcayo y 86 de Burgos.
Son sus vecinos Pomar de Medina,
Torres de Medina,
Villatomil,
Santurde,
Céspedes y Miñón de Medina.
Su nombre aparece escrito por primera vez en la documentación del
monasterio de
San Salvador de Oña en 1183 y gozaba de la protección del rey, es decir, era lugar de realengo, según declararon sus pobladores en las respuestas generales del Catastro del Marqués de la Ensenada en 1752.
Siempre fue exigua su población y así Pascual Madoz le asigna 15 habitantes en el año 1848 en su Diccionario geográfico. Desconozco la evolución de su población en torno al cambio de siglo, quizá por estar englobada en Medina, pero
en el año 1950 presenta un censo de 17 personas. Y, superados los ataques de la inexorable emigración de la segunda mitad del siglo XX, mantiene 7 habitantes en el año 2000