LA
CATEDRAL DEL PÁRAMO
Villamorón es hoy en día un pequeño despoblado que pasaría desapercibido si no fuera por su
monumental iglesia. Y no es una iglesia cualquiera, se trata del primer templo de la provincia de
Burgos construido en estilo
gótico a comienzos del siglo XIII.
La iglesia es un sorprendente templo de aire fortificado. Consta de tres naves y una cabecera casi cuadrada sobre la que se alza una
torre de aspecto defensivo. Un amplio atrio protege la
fachada meridional en la que se abre una
portada de cuatro lisas arquivoltas ojivales.
La decoración exterior —influida por arcaizante
románico y el sobrio estilo cisterciense— se reduce a unos arquillos ciegos que recorren los muros de la cabecera, a varias hileras de tacos de
piedra bajo los
aleros y a una llamativa gárgola rematada por la cabeza de un demonio.
El interior, cubierto por unas elegantes
bóvedas de crucería simple, se divide en cuatro tramos. Cuenta con seis pilares que arrancan sobre pódium octogonal, se adornan con
columnas entregas y lucen
capiteles con motivos vegetales y algún rostro deforme.
Los
arcos que separan las naves son ojivales, alancetados los de las laterales y de todo punto los formeros y fajones de la central. Los muros del interior de la iglesia están encalados y las bóvedas lucen una serie de pinturas del siglo XVIII, con ángeles,
santos y medallones.
El interior se ilumina principalmente por un gran
rosetón polilobulado de 4,5 metros de diámetro, practicado en el hastial occidental y que conserva algunos restos de la original
vidriera gótica. Debajo del rosetón se puede admirar un
coro de madera del siglo XVI.
Recuperada de la inminente
ruina gracias a la iniciativa de
Amigos de Villamorón, también los miembros de esta asociación cultural mantienen abierta al publico la iglesia.