Iglesia de
San Julián Obispo
De una sola nave rematada en
ábside semicircular,
románico, en
piedra de buena sillería caliza, con algunos bloques de gran tamaño. La saetera del ábside está tapada por un contrafuerte añadido en edad moderna y solo es visible desde el interior. Conserva prácticamente toda la estructura constructiva de origen románico, de gran austeridad. Tiene dos fases constructivas, la primera a principios del s. XIII y la segunda poco después.
Espadaña convertida en
torre. La
portada abocinada con doble arquivolta lisa de medio punto, sin decoración y sobre jambas prismáticas.
Canecillos rústicos con motivos geométricos, vegetales, animales y humanos. Techumbre interior plana. Presbiterio con
bóveda cañón. El ábside se aboveda con
horno. La ornamentación inmueble del interior se reduce a los
capiteles del
arco triunfal decorados de forma tosca con caras humanas y puntas de diamante, labradas toscamente a bisel. El
edificio se debió de levantar en dos momentos distintos aunque cercanos en el tiempo, en primer lugar la cabecera y después la nave y la espadaña. Respecto a la parte mueble destacan un
Cristo gótico, el
coro con cabezuelas mudéjares y una imagen de San Norberto, probablemente procedente del desaparecido
monasterio premonstratense de
Villahizán de Treviño.
Esculturas del
retablo del s. XVI, de Juan de Esparza,
escultor e imaginero vasco, con una trayectoria artística de unos 30 años en la provincia de
Burgos.