La
portada
Bajo el
pórtico del XVIII encontramos uno de los restos
medievales más interesantes del templo: la portada
románica. En las arquivoltas vemos una decoración a base de
flores o círculos horadados, vastas líneas en zigzag y estrellas de cuatro puntas, muy típicas del
románico de esta zona. Los
capiteles nos muestran vegetación esquemática, animales de cuatro patas cuya especie es difícil de precisar y un rostro que asoma entre la vegetación.
Esta portada conserva policromías de distintas épocas que se superponen entre sí. Los pigmentos azules y amarillos, junto con la
cruz que hay sobre el
arco de la
puerta, parecen corresponderse con un repinte de la reforma barroca. Sin embargo, asoman por debajo los restos de la pintura
medieval, consistente en un despiece en
color rojo que se intuye en varias zonas de la portada. Otro detalle de interés son las
cruces de consagración que adornan las jambas y una de las arquivoltas. Este tipo de cruces patadas obedecen a un ritual de consagración de
iglesias medieval poco frecuente en
Álava y
Treviño, siendo este templo uno de los pocos ejemplos que se conservan en estos territorios.