¡Qué ilusión me ha hecho ver la fotografía de la escuela en la que aprendí a leer, escribir y muchas cosas más! Sólo fui a ella de los 6 a los diez años en que marché a los "frailes" pero los recuerdos que tengo de Doña Angelita, LA MAESTRA, son imborrables. Desde los 18 años me he dedicado a la docencia en Cataluña; 42 años en un prestigioso colegio de Barcelona pero he recordado muchas veces a mis compañeros, que la única maestra que yo tuve en el pueblo (escuela unitaria de chicos y chicas de 6 a 14 años) ha sido la pedagoga más completa y carismática que he conocido. Todos progresábamos a ritmos impensables hoy día con tantos medios, (entonces sólo teníamos la pizarra con su pizarrín, la enciclopedia Alvarez, una plumilla, una mapa de España físico por un lado y político por la otra cara). Además, Doña Angelita venía cada día con su BICICLETA desde Pampliega tanto si hacía mucho frío y viento, como si llovía o nevaba (y entonces vaya si nevaba). Para quienes leáis estas líneas os diré que soy Luis, el segundo de los cinco hijos del Sr. Vicente. A los 22 años salí de los frailes y llevo dos años jubilado despues de haber trabajado 46 años como profesor.
Si Luis, es una alegría ver por medio de la pantalla de nuestro ordenador aquella vieja escuela donde aprendimos a conocer donde estaba Europa jajajaja tan diferente a la actual y sobre todo a soñar con lo que nos gustaría poder conocer lo grande que era el mundo. Yo también fui a esa escuela, la maestra de mi época era Dña. Teresa Varona y vivía en la casa donde yo había nacido y que más tarde fue derribada por un camión.
Yo también salí muy joven de allí y nunca olvidaré la frase que esa maestra me repetía constantemente, creo recordar que era así "si quieres podrás ser una señorita" Y así después de dar muchos tumbos por la vida, (nada era fácil en aquellos tiempos) conseguí la licenciatura de filosofía y letras en la universidad de Deusto, Bilbao. Ahora resido en Madrid y me dedico en cuerpo y alma a la docencia sin olvidar todo lo que aquella mujeres hacían a pesar de contar con tan pocos recursos. Solo el amor por la profesión y preparar bien el terreno antes de sembrar pueden dar resultados excelentes y si no que nos lo pregunten a las mayores de 55. Soy hija de Narciso, un hombre trabajador que junto a su mujer Paula hicieron lo imposible por sacar a sus tres hijas adelante. Un abrazo a todos los nacidos y seguidores de este pequeño pueblo de la meseta castellana.
Para terminar este pequeño fragmento de Machado como hija de ferroviario que soy.
Yo, para todo viaje
-siempre sobre la madera
de mi vagón de tercera-,
voy ligero de equipaje.
Si es de noche, porque no
acostumbro a dormir yo,
y de día, por mirar
los arbolitos pasar,
yo nunca duermo en el tren.
Yo también salí muy joven de allí y nunca olvidaré la frase que esa maestra me repetía constantemente, creo recordar que era así "si quieres podrás ser una señorita" Y así después de dar muchos tumbos por la vida, (nada era fácil en aquellos tiempos) conseguí la licenciatura de filosofía y letras en la universidad de Deusto, Bilbao. Ahora resido en Madrid y me dedico en cuerpo y alma a la docencia sin olvidar todo lo que aquella mujeres hacían a pesar de contar con tan pocos recursos. Solo el amor por la profesión y preparar bien el terreno antes de sembrar pueden dar resultados excelentes y si no que nos lo pregunten a las mayores de 55. Soy hija de Narciso, un hombre trabajador que junto a su mujer Paula hicieron lo imposible por sacar a sus tres hijas adelante. Un abrazo a todos los nacidos y seguidores de este pequeño pueblo de la meseta castellana.
Para terminar este pequeño fragmento de Machado como hija de ferroviario que soy.
Yo, para todo viaje
-siempre sobre la madera
de mi vagón de tercera-,
voy ligero de equipaje.
Si es de noche, porque no
acostumbro a dormir yo,
y de día, por mirar
los arbolitos pasar,
yo nunca duermo en el tren.