Si
San Roque fue canonizado en el año 1584 (finales del siglo XVI)... siendo ciudadano francés... y con actividad en
Italia... no parece probable que su fama como
abogado de los casos de peste, llegara a
Villanueva de Odra hasta la segunda mitad del siglo XVII. Es ahí, como máxima
antigüedad, donde podríamos ubicar la construcción de
ermita, pues no hay nada de nada para deducir que hubiera sido antes. El único dato hallado al respecto pertenece a archivos parroquiales, donde se confirma escuetamente que en el año 1710 ya existía esta ermita.
Ermita de San Roque (entrada).
Foto de Rafael Alonso Motta.
La ermita de San Roque carece de estilo. Es una construcción muy rústica: una planta rectangular, con tres paredes de
piedra sin pulir, y una de adobe. Lo único original es la
puerta y su
arco... conjunto bello, pero sin labrados... puerta bajita... con un ventanuco para poder ver a San Roque acompañado de su perro (representación tradicional del
santo)...... Ya lo cantaba mi abuelo para, ante el sopor del agobiante sol de agosto, no dormirse sobre el
trillo arrastrado por una pareja de
vacas: "Por decir viva San Roque, / me metieron prisionero. / Y ahora que estoy en la cárcel: / ¡Vivan San Roque y su perro!". Cantada esta diminuta coplilla, no tardaba ni un minuto en quedarse dormido.