En este caso concreto,
amigo/a internauta, la argolla hace las veces de tirador (sobre todo en una época de poco poder adquisitivo y mucho de reciclaje)
Metiendo la mano en la misma se procede al cierre de la
puerta y después, una vez encajada ésta en su marco, se usa la llave para cerrarla "a cal y canto".