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La familia que tiene casa en la calle san anton enfrente del n 6 que son de barcelona. podriais darme los apellidos
Enhorabuena a todos por lo bien que han salido las fiestas de mayo. Gracias a todos los que han colaborado para que todo haya salido tan bien, han sido unas fiestas con mucho exito de participación y con muchas actividades novedosas, bonitas y que han ayudado a que la gente haya podido disfrutar del pueblo en estos dias de alegria.
bonitas fiestas, las que ha habido este fin de semana en santibañez, con actividades muy variadas, para el gusto de todos. hay que felicitar a todas las personas que han dedicado su tiempo altruistamente, para que todos lo pasemos bien. merecen un aplauso muy grande, porque para que todo eso haya sido posible han tenido que molestarse mucho.
Pero que guapos estais
buenas, disculpa quizas no me supe explicar, en burgos no creo que este puesto que la mama murio, creo que se encuentra en melilla pero no se y es urgente necesito hablar con el, gracias de antemano por su tiempo
sotrajero buenas alguien me podria decir, si el p. NICOLAS VELASCO CAYEGAS aun esta en españa gracias
Duro trabajo para los que lo tenían que hacer siempre a pleno sol, para los que venían de la Ciudad les parecía divertido un rato montar en el trillo, en la foto la Flor haciendo la tarea junto con sus hijos.
Me llamo Mariano y soy de Lodoso. Mi padre siempre dijo que los canteros de Santibáñez eran "máquinas" de labrar piedras. Las mejores casas de Lodoso tienen mucho que agradecer a estos maravillosos artesanos de Santibáñez, y en ellas persiste su arte y su buen hacer. Los "Paulinos" en el año 1951 le hicieron la casa a mi abuelo, en los años 30 a mi bisabuelo, tal vez sean las casas no voy a decir mejores, pero sí de mejor fachada.
Y qué decir de aquellos queseros, hueveros, pellejeros... que desde ... (ver texto completo)
En Santibañez había muchas familias de canteros..., al leer esas lineas tan duras y hermosas referentes a ellos me recuerdan a muchas familias de Santibañez que se dediaban a ésto. Los trabajos de los canteros eran muy duros, pero el trabajo de nuestros padres en el campo con los rudimentarios medios que tenían, a mí me parecía casi inhumano. En fin ahora nos quejamos de casi todo.
Hola, parece que somos primos. Me acuerdo del nombre de tu abuela Delfina, y si no me falta la memória, mi padre contó que ella tuvo un accidente grave en su mano cuando era pequeña.És verdad? Vivo en Brasil desde 1958, soy casado, tengo un hijo de 14 años, y me gustaria saber de ti para estrechar nuestros lazos familiares.
Espero notícias tuyas. Leopoldo.
Buenas!
Sí, mi abuela era la Delfina, pero a ella no tuvo ningún accidente en la mano. Fue su hermana! jejej tanto mi familia como yo estamos encantados de contactar contigo. te paso mi mail personal esthersubi@hotmail. com y hablamos, vale?
Buenas!

Pues SI, parece que SI, que tienes família y además numerosa. Mi madre es prima tuya y dice que tu padre no tenía tantos hermanos. Tu padre era hermano de mi abuela y por lo que me cuentan los últimos días los pasó en casa de mi abuela! Y también me cuenta mi madre que tu padre y mi abuela Delfina González murieron el mismo día! Tu por donde andas? Las últimas notícias son de que estabas en Brasil!
Hola, parece que somos primos. Me acuerdo del nombre de tu abuela Delfina, y si no me falta la memória, mi padre contó que ella tuvo un accidente grave en su mano cuando era pequeña.És verdad? Vivo en Brasil desde 1958, soy casado, tengo un hijo de 14 años, y me gustaria saber de ti para estrechar nuestros lazos familiares.
Espero notícias tuyas. Leopoldo.
Mi padre era deste pueblo. Tenia 16 hermanos y estudio para ser jesuita. En 1940 fué para Barcelona e conocio a mi madre. Su nombre: Leopoldo Gonzalez Miñon. Se murió en la década de 80. Alguíen conoze familiares vivos?
Leopoldo Gonzalez Palau
Buenas!

Pues SI, parece que SI, que tienes família y además numerosa. Mi madre es prima tuya y dice que tu padre no tenía tantos hermanos. Tu padre era hermano de mi abuela y por lo que me cuentan los últimos días los pasó en casa de mi abuela! Y también me cuenta mi madre que tu padre y mi abuela Delfina González murieron el mismo día! Tu por donde andas? Las últimas notícias son de que estabas en Brasil!
Un buen día quiso el destino que el cantero de Santibáñez, con sus pequeños ahorros, comprara en Burgos una minúscula propiedad junto a la carretera, ignorando durante muchos años que había realizado la mejor operación de toda su vida; en ella construyó con sus propias manos aquel pequeño inmueble que fue durante bastante tiempo la morada de los suyos. En él trabajó con la ilusión redoblada de saber que lo hacía directamente para dar un cobijo holgado a su propia familia. Aquella casita fue durante ... (ver texto completo)
Hola chindasvinto, he visto que al parecer tienes fotos antiguas de nuestro maravilloso Santibañez, estoy realizando un album fotografico con fotos antiguas del pueblo, de sus gentes, tradiciones.... me gustaria si porfavor te podrias poner en contacto conmigo a trvaes del siquiente mail: santibanez_zarzaguda@hotmail. es para pasarme las fotos antiguas que puedas tener relaccionadas con el pueblo, me seria de gran ayuda para seguri completando este album fotogrñáfico que estoy relaizando. muchisimas ... (ver texto completo)
El cantero de Santibáñez fue un trabajador honrado por excelencia, sí, pero raramente el trabajador honrado suele ser un excelente hombre de negocios; éstos parecen ser el patrimonio si no de quienes carecen de escrúpulos, al menos, de quienes no tienen reparos en actuar con mano izquierda, conociendo a fondo la coyuntura económica del momento. Diríae que el trabajo honrado, aquel que pide una remuneración proporcional al esfuerzo realizado, es incapaz de aceptar un dinero fácil, una ganancia que no haya sido proporcionada por el sudor de la frente. Por eso este hombre, si alguna vez --apoyado en sus módicos ahorros-- intentaba adentrarse en ese camino reservado a las mentes calculadoras, su estrella se oscurecía y los negros nubarrones aparecían en el horizonte turbando la paz y la seguridad de una familia que siempre vivió apoyada en el trabajo del cantero.
Las compensaciones que nunca pudo tener en el terreno financiero las tuvo, y muy sobradas, en el terreno que le era familiar: en su oficio de cantero. Él sabía que trabajaba para la posteridad y, aunque de forma un tanto velada, tenía el oculto presentimiento de que su obra le sobreviviría en muchos años y que su recuerdo no se borraría con su muerte. Yo he tenido la oportunidad de de escuchar a la gente sencilla de los pueblos de la Meseta hablar con entusiamo de los canteros de Santibáñez; varias generaciones de artesanos de la piedra habían dejado entre ellos su obra realizada a golpe de martillo, piqueta y escoda, habían regado con su sudor las calles de sus pueblos y la gente les estaba agradecida.
Nadie se sintió defraudado por su trabajo de maestro, y nadie manifestó haber sido extorsionado por precios abusivos: su trabajo tenía un precio más bien bajo (lo escuché de uno de los mismos interesados) y la gente lo pagaba sin regateos, sabiendo que pagaba un trabajo honradamente ganado. Sólo aquel que --dicho sea para su deshonra--, quizá apoyado en su traje talar, quiso sacar partido de un posible error en la construcción, mereció ser puesto en evidencia tras una actuación que ocultaba intenciones poco nobles.
La obra, una vez terminada, quiso que un aparejador la revisase con la remota esperanza de encontrar un detalle que no fuese del agrado del técnico, a fin de usarlo como trampolín para sus aspiraciones: obtener una reducción en un precio honradamente estipulado. Pero su estupor no fue menor que el disgusto ocasionado al cantero de Santibáñez. El aparejador, presintiendo quizá los intereses que se ocultaban tras la sotana, no solamente no vio el defecto buscado, sino que se sintió orgulloso de de poder felicitar al artífice de aquella obra de cantería.
La aspiración de toda su vida, aspiración que encajaba perfectamente en los límites de su profesión, fue proporcionar a su familia un cobijo salido de sus propias manos y hecho con los retazos de tiempo que su profesión le dejaba libres. Esta aspiración, concebida y realizada sin otra intención lucrativa que la de liberar a su familia del pago permanente de un alquiler, fue una y otra vez coronada por el éxito. La propiedad privada sobre algunos medios de subsistencia parece ser tan connatural al hombre como la satisfacción de ciertas necesidades ineludibles, y por eso el cantero de Santibáñez, mientras se mantuvo en este nivel, vio sonreirle la fortuna.
Con sus módicos ahorros y la valiosa colaboración de quien había entrado a formar parte de su familia, pudo ver inscrito su nombre en la lista de los pequeños propietarios, y a un paso de dar cumplimiento a aquel ideal de su juventud. Había que trabajar duro, pero él ya contaba con ello y nunca fue de los que se arredraron ante el trabajo.
Así fue, poco a poco, transformando el fruto de sus sudores en pequeñas fincas urbanas que él era el primero en habitar hasta que veía llegado el momento de abandonarlas por otras de condiciones más ventajosas.
Pero estas mejoras económicas, si no abrían la puerta a la especulación, al menos daban pie para sacarle un rendimiento a aquel dinero ganado con paciencia y a fuerza de sudores. Por lo general, cuando esto sucedía, la estrella del cantero se apagaba nuevamente y nuevamente llegaban, sin saber por qué, los problemas de todo género; una cañería que se ha roto y el agua penetra en la propiedad del vecino, un inquilino que no paga, un desagüe que se encenagado, una canal rota que inunda de agua la buhardilla, dos vecinos que se querellan y exigen puertas de acceso independientes, otros dos que se han despedido a la francesa dejando algunos meses pendientes de pago, una cloaca que se obtura y hay que levantarla hasta su encuentro con la general, y del mismo modo otros muchos etcéteras que no vale la pena recordar. (Así era el Cantero de Santibáñez) Chindasvinto ... (ver texto completo)