La fundación del
monasterio de Nuestra Señora de Fresdelval fue obra del "adelantado" (alto dignatario de la corte) Gómez Manrique (1356-1411) quien, debido a una milagrosa curación de una hija, tomó la determinación de impulsar aquella fundación en el lugar donde ya existía una antigua
capilla dedicada a la
Virgen de Fresdelval.
Tras obtener la correspondiente bula papal (1404) se inició la construcción de las dependencias monásticas y en 1410 ya se pudo instalar definitivamente la comunidad, vinculada al monasterio de Guadalupe (
Cáceres). El fundador proveyó el establecimiento con el mobiliario y dotación económica suficiente para su desarrollo.
Tuvo una vida esplendorosa, con muchos contactos con la realeza. Un siglo después de la fundación se rehicieron buena parte de las construcciones iniciales. Después entró en un período de cierta decadencia. Sufrió los efectos de la guerra de la Independencia y con la desamortización el lugar quedó abandonado definitivamente. Ahora es propiedad particular. Todavía se conserva una parte de sus construcciones, mientras que varios sepulcros se conservan en el
Museo de
Burgos.