Me recuerdo de los
inviernos tan divertidos que pasaba cuando era mas pequeña, jugando con la
nieve a tirarnos bolas y a hacer muñecos de nieve. Que
nevadas caian... Puf!!! Y luego ibas a
casa agotada de tanto jugar, y te encontrabas a tu
familia, a oscuras, en frente del fuego y tomando una deliciosa taza de chocolate con
churros caseros recien hechos. Que recuerdos... Espero que los niños de ahora puedan disfrutar tanto como yo disfrutaba por aquellos tiempos. En este
pueblo... Todo queda en confianza.