Sus habitantes celebran su fe en una
monumental iglesia dedicada a la Inmaculada Concepción, renacentista, de Gil de Ontañón y llevada a cabo por
Policarpo de Nestosa, de tres naves con planta de
salón, con
columnas cilíndricas,
arcos y
bóvedas estrelladas y claves de
piedra. Su
ábside es poligonal pentapartito con contrafuertes y
ventanales. La
portada, a los pies bajo la
torre, es clasicista, con cuatro columnas estriadas, con basas, friso y
hornacina con Inmaculada de piedra y remate de
frontón, bolas y crucifijo y, poco más arriba, ojo de buey. Y la torre es cuadrada con contrafuertes hasta el
alero, balaustrada, canes, gárgolas y rematada en pináculos, con seis huecos, dos
campanas y dos campanillos.
La
pila es de
piscina, lisa, y con base circular; y el
retablo mayor tiene dos estilos: uno es un sagrario de Gregorio Fernández, de 1610,
pre-barroco, procedente del
convento de
San José de Carmelitas Descalzas de
Burgos; y todo lo demás, barroco, bueno, de Francisco Peña y José de Arce y Andrés de
Monasterio, en 1689, con imágenes y relieves. Hay un Crucificado del siglo XIV, una
Virgen con Niño
gótica y otra Virgen sedente con Niño del siglo XIV, deteriorada.
Tiene un
órgano barroco, sin tubos. Conjunto monumental declarado B. I. C. en 1982.
Sus libros parroquiales comienzan el año 1547.
Hay una
ermita dedicada a San Isidro.
En el segundo cuarto de siglo XX nace Mª Encarnación González Rodríguez, de la Institución Teresiana, Doctora en
Historia y Licenciada en Derecho
Canónico, Directora de la Oficina para la Coordinación de las causas de los
santos españoles.
En las afueras hay un sencillo crucero con
cruz sesgada, sobre una
columna de tres piezas, con una fuerte base.
Y están catalogados en sus tierras un yacimiento arqueológico
Medieval y otro posiblemente Medieval.