No creo que el mal estado de la iglesia tenga que ver con una mala o buena gestión municipal, ya que ni el ayuntamiento ni el alcalde han influido ni para bien ni para mal en la conservación de la iglesia. También quiero dejar claro que en esta reforma no ha intervenido en alcalde como representante, sino como ciudadano del pueblo. No me gustan los mensajes que "tiran la piedra y esconden la mano", si quieren decir algo, lo dicen, pero no culpen sin motivos y sin concretar.