ANECDOTA,. EN una ocasion siendo yo monaguillo, vi a un niñO, ISMAELITO, jugando con una pieza muy brillante, que reconoci, como uno de los pivotes que rematan los brazos de la
cruz por su
color dorado que habria despendido durante la
procesion. En principio se nego a darmelo, diciendome que era de el, que lo habia encontrado junto a la
iglesia, por lo que intervino el cura... CURA, DON JESUS MAESTRE, y entrelos dos lo colocamos en su sitio, recuperando la cruz todo su esplendor,. SUSO...