Querida prima Rosa Mari y querido primo Esteban, en vuestros comentarios haceis mención a mi
mensaje y os lo agradezco en el alma. Vosotros sois más jóvenes que yo y tal vez no fuisteis testigos de las muchas diabluras que entre el tío Emilio y yo hicimos en nuestro querido
Villusto. Recuerdo, con cariño, aquellos
carteles informativos que pusimos por todo el
pueblo anunciando la
fábrica de velas, que se iba a montar en Villusto, para hacer la competencia a la luz tan pobre que nos suministraba el
... (ver texto completo)