Presento la Plaza Mayor del pueblo iluminada, con su pavimento central bien cuidado y adornado de plantas que lo embellecen. Es llamativo y, por otra parte, lastimoso, que en la parte derecha de la Plaza no quede casa alguna en pie. A lo largo de estos últimos años se fueron cayendo las cinco o séis casas, que en sus días estuvieron habitadas por familias del pueblo. Aún, así y todo, la Plaza no ha perdido su encanto. ¡Amo mi pueblo!