En realidad, un campanillo es lo que comunmente conocemos por
campana, construido también de bronce; solo que su forma y peso son más reducidos. En nuestro
pueblo está colocado sobre el
tejado de la
iglesia al lado de la sacristía y se utilizaba para `tocar a Misa´. Tirando de una soga atada al badajo, que llegaba hasta la sacristía, el sonido del campanillo se dejaba escuchar por tres veces con intervalo de tiempo. Digo, se utilizaba, porque hoy día también ha llegado la técnica al pueblo y las
campanas de la
torre le han quitado su protagonismo. Claro, es más fácil y cómodo apretar un botón.