Es un
árbol de hoja caduca, con ramas delgadas, flexibles, largas, colgantes casi hasta el suelo. Crecen rápido en poco tiempo y sin cuidados especiales. Florecen en
invierno y no viven más de 60 años.
Amante de la
naturaleza y de hobby jardinero, se me ocurrió un buen día, ya hace muchos años, cortar unos esquejes de los sauces que crecen en la orilla del
rio y plantarlos en tres lugares distintos del
corral; éste el el único superviviente.
Plantado en el
rincón del corral, y protegido por un neumático, el esqueje enraizó muy bien y llegó a ser un árbol frondoso. Aislado en el rincón resalta hoy su bello porte; nos da
sombra y es cobijo de pájaros.
El Salmo 137 recuerda los lamentos hechos por el
pueblo judío durante su exilio, junto a los "sauces llorones" a orillas de los
ríos de Babilonia.