Cabezas de ajos de propia cosecha. Aunque la planta es de fácil desarrollo en nuestro pueblo, empezó a ser costumbre de sembrarla en los últimos veinticinco años.
Tenemos a la vista unas cabezas de ajos, recogidas de esta forma, colgadas y puestas a secar. Me traen a la memoria, aquellas que se usaban para cocer las morcillas en tiempo de matanza o para el sabroso cocido de alubias blancas en el puchero etc.