Iglesia parroquial de San Juan Bautista. Fue reconstruida en el año 1771 sobre las ruinas de otro anterior románico gracias al abad del cercano monasterio llamado Pedro Antonio de Vivanco Angulo. En su interior se encuentra una sobresaliente obra escultórica: el Sepulcro del Abad. Está formada por una tapa de un sarcófago que está datada en el año 1188.