ABSIDE DE
VIZCAÍNOS, CUMBRE
ROMÁNICA
El ábside de Vizcaínos muestra la pericia de los maestros, procedentes de Silos, que intervinieron en su diseño y de los canteros que lo ejecutaron. Estos últimos cuidaron sobremanera la labra de los sillares y el aspecto isódomo del aparejo de los muros. Todo ello se completa con la cuidada articulación, en un buscado
juego óptico, con otra serie de elementos constructivos como
columnas de refuerzo,
ventanas y cenefas. Al resultado final, que goza de una sensación de equilibrio y belleza que se percibe desde el primer vistazo, contribuyen también los cuidados motivos escultóricos —geométricos, vegetales, faunísticos e historiados— que decoran los
canecillos,
capiteles, cenefas y tímpanos de los distintos vanos.