por Pedro Lozano
Huerta
Dentro del
pueblo tenemos que prestar atención a la
iglesia de la Asunción de Nuestra Señora. Templo con planta de
cruz griega y estilo tardogótico, tiene un sobrio exterior del que apenas destacan su
portada renacentista y su
espadaña barroca. Sin embargo, su interior apabulla por su riqueza artística y
ornamental. Sorprenden sus
bóvedas de crucería, los frescos pictóricos de sus muros, su
pila bautismal románica así como sus cuatro
retablos laterales. Estos están dedicados a la
Virgen del Rosario,
San Roque,
Santa Casilda y a un
cristo gótico de gran devoción entre los vecinos, que fue traído hace muchos años de una desaparecida
ermita en
Villalbura.
Destaca sobremanera el
retablo mayor de la
parroquia, dedicado a la asunción mariana, realizado en el siglo XVI y atribuido al taller del
escultor Rodrigo de la Haya, autor junto a su hermano Martín del colosal retablo mayor de la
Catedral de
Burgos. Tras dos siglos desnuda de
color, esta interesante pieza fue policromada en 1776.