ZAZUAR: Me alegró Merino que te guste el relato, yo soy de...

ARANDILLA Y ARAVALLE
Cantan en mi memoria dos ríos que riegan mi vida: Hermanos por sus nombres también por su destino, pequeños ríos hermanos, diferentes en su caminar, unidos en abrazo por el Duero hacia el mar.
Arandilla que naces de montaña pequeña, y huerta de rey, despliegas tu lengua lamiendo terrenos arcillosos, abres paso y entregas tu caudal generoso, entre cañas álamos chopos, mil especies de plantas y arbustos beben de tus aguas, peces ranas insectos, les das la vida, cantando, siempre cantando, con agudos o grabes; abrazas otras aguas que salen a tu encuentro, al paso por Zazuar te escucho, me das murmullos de silencios, arrullas mis recuerdos, te miro y pienso…. Allá, lejos, en mi sierra de Gredos, donde mis oídos por primera vez escucharon el canto de otro rio, la trasparencia de sus aguas claras, despeñabas tu cauce juntando manantiales, desplegabas tu lengua entre las piedras, entre raíces de alisos helechos y saucos, mil plantas y musgos te besaban, las libélulas bailaban a tu paso, las truchas desovaban allá arriba, rio Aravalle tu música tan grave o tan aguda la escucho en mis recuerdos y veo las treinta pasaderas también toco tus aguas frías.
Dos brazos que llegan al cuerpo Rio Duero, sois vidas, sentimientos, alegría, nostalgia, esperanza, música, distintos y unidos en el mismo destino, amados y admirados por la misma persona, enamorada de cuanto representáis y ofrecéis, formáis en mi corazón una presa rebosante y en cascada, en la que me relajo y corro, como vosotros, hacia mi destino.

Con cariño a dos pequeños ríos, importantes en mi vida. 8—1—2014. Lupe.

Lupe: Me ha encantado la descripción y el canto sonoro que haces al Río Arandilla. Soy de Quemada y casi por alusión me he quedado prendido de tu relato, pues mis andanzas de niño y joven han transcurrido por el Río Arandilla, Río Aranzuelo que pasa por Quemada y que decir del Río Duero que toma las corrientes de agua en la desembocadura de estos ríos. En estos ríos pescaba cangrejos con los rateles, cogía peces con la caña y merendaba con mis padres a la orilla del río.
Participè asistiendo a las fiestas de Santa Isabel en Zazuar que eran si mal no recuerdos los primeros días del mes de Julio, donde he bailado en la plaza con las chicas guapas de Zazuar. ¡Que tiempos aquellos!. Nostalgia.

Me alegró Merino que te guste el relato, yo soy de Ávila, estoy casada con uno de Zazuar, ya jubilada, vivo aquí, estoy encantada de sus gentes, sus pinares, todos sus parajes y del rio que paseo por sus orillas maravillosas, soy una romántica y muy amante de la naturaleza, se que en tiempos los cangrejos abundaban y tan buenos como son los níscalos de este año, conozco vuestro rio Aranzuelo, desde el pinar de la llamada lobera bajo cruzando tierras y me deleito en sus orillas y, aunque en mi tierra estos pequeños ríos les llaman gargantas, son preciosos, más si cabe que los grandes, te comunicas con ellos tocas sus aguas mojas los pies ves el fondo, te sientes segura y sobre todo, es agua, el agua como el aire son vida. Me embalo y no paro, perdona.
Un gran saludo y gracias por leerme. Lupe.