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ZAZUAR: Hola Diciembre: He leído tu relato del río de tu pueblo...

ARANDILLA Y ARAVALLE
Cantan en mi memoria dos ríos que riegan mi vida: Hermanos por sus nombres también por su destino, pequeños ríos hermanos, diferentes en su caminar, unidos en abrazo por el Duero hacia el mar.
Arandilla que naces de montaña pequeña, y huerta de rey, despliegas tu lengua lamiendo terrenos arcillosos, abres paso y entregas tu caudal generoso, entre cañas álamos chopos, mil especies de plantas y arbustos beben de tus aguas, peces ranas insectos, les das la vida, cantando, siempre cantando, con agudos o grabes; abrazas otras aguas que salen a tu encuentro, al paso por Zazuar te escucho, me das murmullos de silencios, arrullas mis recuerdos, te miro y pienso…. Allá, lejos, en mi sierra de Gredos, donde mis oídos por primera vez escucharon el canto de otro rio, la trasparencia de sus aguas claras, despeñabas tu cauce juntando manantiales, desplegabas tu lengua entre las piedras, entre raíces de alisos helechos y saucos, mil plantas y musgos te besaban, las libélulas bailaban a tu paso, las truchas desovaban allá arriba, rio Aravalle tu música tan grave o tan aguda la escucho en mis recuerdos y veo las treinta pasaderas también toco tus aguas frías.
Dos brazos que llegan al cuerpo Rio Duero, sois vidas, sentimientos, alegría, nostalgia, esperanza, música, distintos y unidos en el mismo destino, amados y admirados por la misma persona, enamorada de cuanto representáis y ofrecéis, formáis en mi corazón una presa rebosante y en cascada, en la que me relajo y corro, como vosotros, hacia mi destino.

Con cariño a dos pequeños ríos, importantes en mi vida. 8—1—2014. Lupe.

Hola Diciembre: He leído tu relato del río de tu pueblo y el de tu marido. Me ha encantado como lo has narrado, aunque esté escrito en prosa, encierra mucha poesía. Veo que has soñado al lado de ambos, el de tu pueblo y el Arandilla. De cualquier forma, el que nace romántico por naturaleza, lo es donde esté, con mayor motivo, si has nacido, o has vivido en las proximidades de Gredos. Es tirra que invita a soñar.

Aunque yo no naciera por esa zona, el azar quiso, y conociera una "moza" de tan hidalga tierra, entonces, me he tenido la oportunidad, de soñar y disfrutar de los ríos Corneja y Tormes, desde su mismo nacimiento. El primero nace muy cerca del cielo, en las fuentes del Santo, a 2.294 metros de altura, en el macizo de la Serrota, o sierra de Villafranca de la Sierra, muy cerca del pueblo de mi señora (San Mguel de Corneja) por esta causa me ha resultdo fácil visitar su nacimiento, hasta su desembocadura en el Tormes. Es una maravilla, sobre todo hasta muy cerca del Santuario de la Virgen de la Vega, patrona de Piedrahita y su comarca, todas son cascadas y torrenteras, parece como si tuviera prisa para unirse al Tormes, allá en los Navalmorales, la raya de Ávila con Salamanca, despues de recorrer 40 kilómetros.

En cuanto el Tormes, también he visitado su nacimiento, allá en el prado de Tomellón, 1.300 metros de altura, sierra de Gredos, pueblo de Navarredonda, Ávila. No solo he visitado su nacimiento, si no que me he bañado en muchos sitios de él, por ejemplo, en Navalguijo, Navalonguilla, aguas frías, pero claras como el cristal. también lo hice en el Barco, entre sus rollos, como no, en el Puente del, Congosto, inclusive en Salamanca, que es un buen sitio para bañarse bajo el puente Romano.

Tampoco nací en tierras de Aranda, pero por la situiación de la pos-guerra, año cuarenta, aterricé con mis padres en Vadocondes, casi un bebé, y allí he vivido toda mi niñez, toda adolescencia, y mucha juventud, ya que cuando marché para Madrid, ya tenía yo 24 años, quiero decir, que me conozco el río Duero, como el pasillo de mi casa, ya que las aguas del Duero lamían los muros de mi casa. en cuanto el Arandilla, también le conozco, porque aunque viviamos en Vadocondes, mi padre y mis hermanos mayores, trabajaban en Zazuar, aparte, en aquellos años tan difíciles, los chavales, que no teníamos edad para trabajar, nos empleaban para ir a moler el trigo para el sustento de toda la familia. Donde más íbamos era a Quemada, pero como en aquellos tiempos la guardia civil, cerraban, los molinos, entonces, teníamos que subir río arriba, hasta encontrar uno abierto, llegábamos algunas veces, hasta Huerta de Rey hasta encontrar un molino harinero que nos moliera el trigo, si no nos encontrábamos con los "civiles" y nos lo requisaban.
el Aravalle, le conzco menos, pero si le conozco, ya que íbamos mucho por el valle del Jerte, no solo en tiempo de la flora de las cerezas, tambiémn en Julio, cuando estaban "coloras" que era mas divino, si cave. De hecho, tengo en el pueblo de la Carrera buenos amigos.

Un respeutoso saludo

P. M. L.

P. D. Se me olvidaba decir, que he disfrutado como un enano, cuando estaba en todo lo alto de la sierra, sobre todo en los atardeceres de Julio, todo era auténtico y calaro, te daba la brisa en el rostro, estaba el ambiente cargado de cadencias, lo más que se podía oír, era un ruido tenue a lo lejos y algun cencerro de unas bacas que pastaban pacíficamente en un prado, no muy lejano, en ese momento, lo único que querias, era que se detuviera el tiempo, toda la eternidad.! Que delicia!
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Hola Pedro: perdona si no te he contestado antes. Ha sido muy agradable la casualidad que estés casado con una paisana mía, que conozcas nuestra tierra y te sientas tan maravillado de ella, con esa paz de las montañas que relaja, fluyendo dentro sentimientos tan profundos y bonitos, entiendo que comprendas lo hermoso de los ríos, ya que conoces los nacimientos, me consta que de otros muchos, tu también eres un romántico, el hecho de casi nacer en la orilla del Duero y vivir tantos años a su vera ... (ver texto completo)