DESCRIPCIÓN HISTÓRICA
En las riberas del río Úrbel, se encuentra el pueblecito de Zumel, muy antiguo, ya documentado en el siglo XI, repoblado seguramente por vascos, ya que Zumel en vasco significa mimbrera. A mediados del siglo XV Diego de Ulloa, llamado el Comunero, señor de Villalonso y regidor de Toro, construyó en sus feudos burgaleses de Zumel el castillo del que aún quedan el torreón y restos de la cerca que lo amurallaba, formando en su interior el patio de armas. Por diversas circunstancias, algo más de medio siglo más tarde, se lo vendía a uno de los más influyentes mercaderes burgaleses del momento, Diego de Bernuy, comerciante de lanas, vinos, tapices y uno de los reyes del mercado europeo del pastel, hierba que proporcionaba un tono azulado usado para teñir telas, que sus parientes franceses comerciaban con éxito.
Efectivamente, Diego de Bernuy, procedente de Ontiveros (ávila), se había asentado en Burgos hacia 1500, de donde fue regidor perpetuo, y junto con su esposa Isabel Orense de la Mota, compraban el 15 de junio de 1516 al citado Diego de Ulloa, por la suma de 290.000 maravedíes, el señorío de Zumel, titulándose desde entonces alcalde de Zumel y ordenando colocar en las esquinas de la torre el escudo de los barcos y los leones de los Bernuy con las montañas o “motas” y la flor de lis de los Orense.
De su matrimonio tuvieron ocho hijos, siendo el heredero Diego de Bernuy Orense de la Mota, asimismo regidor perpetuo de Burgos, titular del referido señorío y fundador del hospital de la Concepción y de la capilla mayor de San Francisco de Burgos.
Años después de la muerte de Diego de Bernuy, sus descendientes marcharían a tierra andaluzas, estableciéndose en Benamejí, localidad de la que serían señores y más tarde, en 1675, marqueses, asociando a este marquesado el señorío de Zumel hasta el siglo XIX.