ALBARES DE LA RIBERA: Al cuentista-Inquisidor que nunca pudo salir de su...

Al cuentista-Inquisidor que nunca pudo salir de su "Bottela", que nunca ha podido ver vivir a los demás ¡qué mal lo tienes que estar pasando viendo vivir a los demás! ya que te puede, te supera lo que otros hacen.

El tema del día vuelve a ser el resentimiento, y estando vacunados contra él, el maestro nos había pedido que llevásemos ladrillos y un saco. Ya en clase tuvimos que elegir un ladrillo por cada persona a la que guardábamos resentimiento, escribir su nombre en el ladrillo y ponerlo dentro del saco.
Como podéis imaginar algunos sacos eran realmente pesados. El ejercicio consistía en que durante una semana cargásemos con los sacos llenos de ladrillos a todas partes.
Era muy fastidioso acarrear ese saco en todo momento y eso puso en evidencia y con mucha claridad el peso "espiritual" que se cargaba a diario. Al mismo tiempo noté que tenía que poner toda mi atención en mi saco para no olvidarlo en ningún lado, descubriendo que por ese motivo iba desatendiendo cosas que eran más importantes para mí.
Así que resolví abandonar el saco, y todo lo que él representaba. No os imagináis lo aliviado me sentí a partir de ese momento.
"Conviene de vez en cuando ir soltando nuestro saco, no nos aporta más que lastre inútil" (R. Sotillo)
Gracias por acordarte de mí en mis buenos momentos.

Pepín.