¿Quién no se ha metido alguna vez dentro del castaño hueco de la Peralina?
Hos voy a contar un cuento que tuve que improvisar un día en la era por la noche para mi hija y mis sobrinas.
Dicía más o menos así:
EL CASTAñO VIEJO DE LA PERALINA.
Erase una vez, hace muchos años, cuando en lo que véis por aquí todos los día no había nada más que árboles y praderas, pasaba un señor muy pobre por el camino que ni lo era, de junto al río, por que no había pasado casi nadie.
Este buen hombre se encontró con un anciano de largas barbas blancas y ojos claros y muy abiertos que parecían mirar a través de las personas y miraban a varios sitios a la vez, pues era ciego pero lo veía todo.
Le dijo con una voz muy profunda: “te llamas Pedro y yo soy el mago Porrumpumpas, que quieras o no quieras te va a decir tu destino”
Menudo susto se llevó Pedro. No se había dado cuenta de su presencia hasta que casi había chocado con él. Sin darle tiempo a responder, el mago continuó: “te quedarás a vivir en este lugar, construirás tu casa y empezarás a cavar el Chano, poco a poco irá llegando mas gente y cultivaréis las Linares, la Corona y...
Encontrarás una chica muy guapa y te casarás, con ellas tendrás hijos que a su vez tendrán a los suyos y para todos los habitantes de este pueblo al que pondrás por nombre Almagarinos te voy a revelar un secreto que tu a tu vez se lo contarás a tus paisanos, a todos, pero una vez hayan cumplido los 18 años”.
Bueno, les dije a mi hija y a mis sobrinas, pues a estas alturas del cuento las tenía aburriditas, yo como soy de Almagarinos se el secreto, pero vosotras no lo sois, si os lo cuento puede que caiga la maldición sobre mi. Así es que: colorín colorado este cuento se ha acabado y… mejor me callo.
Os podéis imaginar, lo logré, las saqué de inmediato del aburrimiento, las tres se pusieron como fieras por que no continuaba.
No se a vosotros que os habrá parecido el cortarlo así de repente, pero, me lo tengo que pensar a ver si lo lee alguien de fuera, va a ser difícil pues todos y todas sois de Almagarinos estoy seguro, pero… ¿tenéis 18 años?
Me lo voy a pensar unos días, ya veré si continúo.
Saludos: Jose Manuel el de la era.
Hos voy a contar un cuento que tuve que improvisar un día en la era por la noche para mi hija y mis sobrinas.
Dicía más o menos así:
EL CASTAñO VIEJO DE LA PERALINA.
Erase una vez, hace muchos años, cuando en lo que véis por aquí todos los día no había nada más que árboles y praderas, pasaba un señor muy pobre por el camino que ni lo era, de junto al río, por que no había pasado casi nadie.
Este buen hombre se encontró con un anciano de largas barbas blancas y ojos claros y muy abiertos que parecían mirar a través de las personas y miraban a varios sitios a la vez, pues era ciego pero lo veía todo.
Le dijo con una voz muy profunda: “te llamas Pedro y yo soy el mago Porrumpumpas, que quieras o no quieras te va a decir tu destino”
Menudo susto se llevó Pedro. No se había dado cuenta de su presencia hasta que casi había chocado con él. Sin darle tiempo a responder, el mago continuó: “te quedarás a vivir en este lugar, construirás tu casa y empezarás a cavar el Chano, poco a poco irá llegando mas gente y cultivaréis las Linares, la Corona y...
Encontrarás una chica muy guapa y te casarás, con ellas tendrás hijos que a su vez tendrán a los suyos y para todos los habitantes de este pueblo al que pondrás por nombre Almagarinos te voy a revelar un secreto que tu a tu vez se lo contarás a tus paisanos, a todos, pero una vez hayan cumplido los 18 años”.
Bueno, les dije a mi hija y a mis sobrinas, pues a estas alturas del cuento las tenía aburriditas, yo como soy de Almagarinos se el secreto, pero vosotras no lo sois, si os lo cuento puede que caiga la maldición sobre mi. Así es que: colorín colorado este cuento se ha acabado y… mejor me callo.
Os podéis imaginar, lo logré, las saqué de inmediato del aburrimiento, las tres se pusieron como fieras por que no continuaba.
No se a vosotros que os habrá parecido el cortarlo así de repente, pero, me lo tengo que pensar a ver si lo lee alguien de fuera, va a ser difícil pues todos y todas sois de Almagarinos estoy seguro, pero… ¿tenéis 18 años?
Me lo voy a pensar unos días, ya veré si continúo.
Saludos: Jose Manuel el de la era.