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Hola abuelos,
Ahora que estáis en tierras del sur de España, tú , abuelo, "cambiando de aires" y quizás aburriéndote y tú, abuela, descansado y reponiéndote de la huella que va dejando en ti la enfermedad del abuelo, descubro esta página en Internet y no puedo pasar de largo sin dejaros unas palabras.
Los inviernos de Arbas han sido y siguen siendo muy duros, más para dos personas mayores y más aún estando solos. Pero al llegar a esta página, en mi mente se dibujan montones de inviernos, de nevadas descomunales en las que había que hacerse con pala y comenzar a cavar para encontrar los coches en el aparcamiento de casa; inviernos en los que esquié desde Noviembre hasta Mayo (recuerdo un año); inviernos de no poder regresar el domingo a Oviedo por estar el Puerto Pajares cerrado...y así, montones de recuerdos que quizás parezcan "duros", pero para mi son muy, muy felices.
En fin, como todo en la vida, Arbas ha tenido sus ventajas y sus grandes inconvenientes. Quedémonos entonces con lo bueno, con lo positivo, con las risas, con las fiestas, con el recuerdo de los que por casa pasaron y os aportaron tanto y tan bueno, con las anécdotas y las historias... Quedémonos, en definitiva, con lo que nos hace feliz.
Para More y Luis, mis abuelos, un beso,
Alejandra.
Ahora que estáis en tierras del sur de España, tú , abuelo, "cambiando de aires" y quizás aburriéndote y tú, abuela, descansado y reponiéndote de la huella que va dejando en ti la enfermedad del abuelo, descubro esta página en Internet y no puedo pasar de largo sin dejaros unas palabras.
Los inviernos de Arbas han sido y siguen siendo muy duros, más para dos personas mayores y más aún estando solos. Pero al llegar a esta página, en mi mente se dibujan montones de inviernos, de nevadas descomunales en las que había que hacerse con pala y comenzar a cavar para encontrar los coches en el aparcamiento de casa; inviernos en los que esquié desde Noviembre hasta Mayo (recuerdo un año); inviernos de no poder regresar el domingo a Oviedo por estar el Puerto Pajares cerrado...y así, montones de recuerdos que quizás parezcan "duros", pero para mi son muy, muy felices.
En fin, como todo en la vida, Arbas ha tenido sus ventajas y sus grandes inconvenientes. Quedémonos entonces con lo bueno, con lo positivo, con las risas, con las fiestas, con el recuerdo de los que por casa pasaron y os aportaron tanto y tan bueno, con las anécdotas y las historias... Quedémonos, en definitiva, con lo que nos hace feliz.
Para More y Luis, mis abuelos, un beso,
Alejandra.