Ante la imposibilidad de conseguir hoy una
fotografía representativa de la
fuente y su entorno, tal como estaba cuando la zona era frecuentada por la gente, me he visto obligado a realizar un dibujo, plasmando mis recuerdos, que quizá sea más fiel a mi imaginación que a la realidad que se pretende reproducir; lo mismo ocurre con el canto que sobre ella inserto a continuación. Por este motivo, me gustaría recibir opiniones y sugerencias.
Con especial dedicación a "a orilla del Esla", que creo la visitaría en julio de 2.013, cuando sacó las
fotos "Alisos y revadillo del Soto Arriba" y "Final del
sendero" y que posteriormente colgó en esta
ventana para nuestro deleite.
Un saludo.
La fuente de los Cañicos
A un lado del sendero
que nos lleva al Soto Arriba,
al llegar a la floresta,
debajo de una palera,
aflora un hilito de
agua
entre la tupida hierba,
que rivaliza a porfía
con los trinos del jilguero.
Ya llena el charco-mortera,
que de
flores se corona
y los pies tiene de arena,
y corre rauda..., ¡Veloz!,
dándole un corte al sendero
y, al llegar al revadillo,
se precipita en
cascada.
¡Oh fuente de los Cañicos!,
tu encanto, muy especial,
te hace muy bienhadada
y, coqueta y complaciente,
sólo otorgas tus placeres
a aquel que besa tu frente.
Un paisano de Sabino Ordás.