En el Concilio de Nicea (año 325) se promulgó que la Resurrección de
Cristo se celebraría el primer domingo después del primer plenilunio que hubiera durante o después del equinoccio de marzo. Como la fecha del plenilunio puede variar de un año para otro, lo mismo sucede con la celebración de la
fiesta: su fecha es variable. Esta norma se sigue observando en el calendario cristiano con escrupulosidad.
En nuestro
pueblo había unas
costumbres en
Semana Santa, que se repetían con agrado y a plena satisfacción año tras año, pero algunas se van perdiendo.
Ordené algunos de los recuerdos que guardo sobre estos hechos y surgió lo siguiente:
Día de Viernes
Santo
¡Oh, día de Viernes Santo!,
el velatorio en la
iglesia
olor a cera inhalando.
¡Cuanto rezo, cuanto canto!,
las carracas, las tinieblas,
las matracas atronando.
La limonada, ¡a destajo!,
van, en las
cuevas abiertas,
los pandilleros libando
y, al pasear por el
Castillo,
prendados ya de su encanto,
a alguna moza rondando.
¡Ay, las costumbres de antaño,
en
Ardón tan arraigadas,
pero imposibles hogaño!
Con especial dedicación a aquellos que siguen luchando por conservar algunas de las viejas costumbres, ¡practicándolas!, como ocurre con "los
amigos del
Pendón", al celebrar el pasado día 13, "Domingo de Pasión", el "Domingo Tortillero". ¡Va por ellos!
Un cordial saludo para todos.
Un paisano de Sabino Ordás.