Esta mosca, fotografiada sobre una
flor del
campo de
amapolas y margaritas en que se convirtió la sierna del "Practicante" cuando dejaron de cultivarla, es fiel
reflejo de uno de los pasos elementales de la cadena trófica: la mosca come los pétalos de la flor y, ella misma, en un momento dado, también servirá de alimento a un depredador, ya sea éste un pájaro, un batracio, un arácnido...
Os propongo, a todos los que nos leéis, que hagáis un simil entre la margarita y
Ardón: considerad a éste como la flor y, a sus
costumbres antiguas y prestaciones institucionales, como los pétalos.
A partir de ahí, sacad cada cual las conclusiones que consideréis oportunas y, si sois capaces, descifrad el tipo de mosca o moscón (una consulta al diccionario, sobre las definiciones que allí se hacen de ambos y de sus diversos tipos, puede ser orientativa) que actúa como depredador, sin olvidar que, la mayoría de los pétalos de las
flores, se desprenden por sí solos de las mismas.
Como hago muchas veces, insisto en que, con éstas consideraciones, no pretendo acusar -espero y deseo que nadie se sienta aludido- sino simplemente distraer.
Un cordial saludo para todos.
Un paisano de Sabino Ordás