En
Ardon, que no hace mucho tiempo todos los vecinos vivian de la
agricultura, pero poco a poco o quizás muy deprisa, se terminó el tiempo de la poda, escavar y vendimiar las viñas, arar, sembrar, segar y
trillar los cereales, también estaban los terrenitos dedicados a la
huerta, que todos tenían un trozo, donde cultivar sus lechugas, patatas, berzas, coliflores, pimientos, tomates, etc. Hoy hay muy pocos trozos de estos trabajados y casi todos por hobby, pero las que hay están muy bien trabajadas y para muestra este esplendido ejemplar de tomate de este hortelano, que a su recolección peso 1,400 Kg.