Paseaba un día por el
camino de
las Eras Viejas, para algunos camino de la Sierna, y al llegar a la altura de la chopa de Victorino me llamó la atención el espectáculo de la
puesta de sol que reproduzco en la
foto que hoy os ofrezco.
Posteriormente su contemplación y la nostalgia por el
pueblo me sugirieron lo siguiente:
Puesta de sol en
Ardón
Entre
caminos y sendas:
zarzas, hinojos, zarzales.
En los
huertos y barriales:
zarzas, hinojos, zarzales.
Por las eras y riberas
y en los
valles y praderas:
zarzas, hinojos, zarzales.
Un destino alternativo
a un terco quehacer rural
en arraigados cultivos
desde tiempo inmemorial.
¿Fue desidia del labriego,
o fue el huracán del tiempo,
quien removió los cimientos,
las ideas, ¡voluntades!...
dando al traste con hogares,
sementeras y lagares?
¡Al cuerno con la cuestión
y cada actor a su parte,
o todo se irá con el sol,
cuando termine la tarde!
Festoneando el
sendero...
¡Zarzas, hinojos, zarzales!
Sin otro particular, pues ya veo que no estáis por la labor de comentar cosas, un cordial saludo para todos.
Un paisano de Sabino Ordás.