Las campanas, ARDON

Vi un programa de TV que trataba sobre las campanas, cómo se hacen, y las noticias que con sus diversos toques se dan (en el pueblín se daban) y me sumergí en el recuerdo de cuando yo mismo subía con Sarito al campanario para tocar el repique dominical o voltearlas en los días de fiestas mayores inmediatamente después del toque a misa que hacía el Sr. Cura con la esquila de la iglesia.
Obviamente, al término del programa, reflexioné sobre el profundo cambio sufrido en Ardón en este campo; el tema me motivó y surgió lo siguiente:

Las campanas

Por falta de campanero
ya no suenan las campanas;
olvidadas y quietas hoy,
tristes y mudas, sin toque...,
son sus repiques de antaño,
sus volteos, sus rebatos...,
¿o mejor decir sus ecos?,
los que afloran en la mente
los que hoy muestra el recuerdo.

Por falta de campanero
mudas siguen las campanas:
ya no dan noticia al pueblo,
que mudo, remiso y quieto
añora sentir su acento.

Deplorable situación,
fiel reflejo de un lugar
desfigurado y sin rumbo,
que es regido sin pensar
y, por lo mismo, infecundo.

Huelgan los comentarios sobre posibles soluciones, que las hay, incluso para buscar la armonía en los contrapesos de ambas, como fue siempre.
Con mi mejor recuerdo para todos los que fueron campaneros en el pueblo, algunos de los cuales conocí.
Un cordial saludo para todos.
Un paisano de Sabino Ordás.
(15 de Diciembre de 2018)
¡Hola, buenas tardes!
Permitidme que destaque hoy esta foto en honor al último campanero que hubo en el pueblo y que traslade mi más sincero sentimiento de dolor a sus familiares. Va por él.
Saludos para todos.
Un paisano de Sabino Ordás