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Abrevadero de las merinas, ARDON

Con motivo de nuestra Fiesta Mayor, EL CORPUS, cuelgo esta fotografía para desearos a todos una feliz celebración.
Recuerdo que, cuando era niño, yo acortaba camino yendo para mi casa por esta zona del reguero. La última vez que estuve en el pueblo intenté repetir esa experiencia, pero me fue imposible llevarla a efecto, pues, a mitad del trayecto, me topé con un obstáculo insalvable.
Esta circunstancia me motivó y surgió el tema que reseño a continuación.
Que lo paseis bien y disfruteis mucho.

El atajo.

Hay tramos del camino no marcados,
esos que se descubren cada día,
veredillas fugaces, solo tuyas,
que después con amor son recordados.

Tu los crees atajos bien trazados,
por do llegar tranquilo a tu destino,
sobre mantos de hierba limpia y verde
con flores olorosas adornados.

Acortan el cansancio y el camino,
son rúas que se toman por instinto,
ellas, por sí, no indican el destino.

A veces llevan a un lugar distinto:
vas y vienes..., recorres el confino,
que hallas imposible laberinto.
(Octubre de 2004)