Las
tormentas de estos días me han traído a la memoria la nube que se preparó el día de Santiago del año 1.994 que, cuando descargó, arrasó la mayor parte de los
huertos de la Sierna y cuya recreación, al
pastel, os muestro.
El plano está tomado desde el mismo lugar donde -primero Lucio y, después, Amador y otros- se ubicaban para lanzar las bombas contra la nube, en un intento de provocar la
lluvia y obviar el
granizo y, así, evitar que se apedrearan las viñas.
Algunas bombas no explotaban y quedaban por el
campo. Una de estas, un día de mucho calor allá por los años sesenta del siglo pasado, se llevó por delante un pie de Lolín que involuntariamente provocó su explosión al pisarla, cuando vendimiaba en las
Lámparas.
Un cordial saludo para todos los ardoneses que hay dispersos por el mundo, que son mayoría y entre los cuales me incluyo.
Un paisano de Sabino Ordás.