Como recuerdo de andanzas infantiles, hoy ya prácticamente imposibles aunque fielmente retenidas en la mente, le dedico esta instantánea a todos los paisanos/as del
pueblo, que estoy seguro también disfrutaron en algún momento de la belleza de este pájaro, aunque de forma fugaz, pues siempre se anticipaba en la visualización mutua a los viandantes, si bíen es verdad que, en esta ocasión, la quietud, el silencio, la perseverancia..."la espera al acecho", propició la excepción que confirma la regla.
Con mis mejores deseos ¡
Felices Fiestas Patronales!
Un paisano de Sabino Ordás.