Hice este apunte de "plumilla" para constatar el deplorable aspecto que ofrecía la
Torre de
San Miguel, cuando se cayó una de sus paredes, y para resaltar los tipos de materiales habitualmente usados en la construcción de las
casas y la fragilidad del tendido eléctrico y el alumbrado público, cuando yo era un niño, allá por los años cuarenta del siglo pasado.
Además intenté reflejar el aspecto que ofrecía un entrañable paisano. ¿Adivináis quién es?
Por destacar otro detalle, si os fijáis en la pared sin
tejados, veréis que está reparada y reforzada desde la altura de la cara de la figura hacia abajo. ¿Adivinaríais quién provocaba esos desperfectos que se tratan de corregir y cómo?
Un cordial saludo.
Un paisano de Sabino Ordás.