Al lado de un tronco seco de un negrillo no muy viejo y a la
sombra de un tupido
nogal, completamente mimetizada con el verde follaje del entorno, hay una goma verde, perfectamente acoplada por alguien al tubo del
caño del
pozo artesiano que hay dentro de la
huerta de Cilinio en uno de los lados del estanque, por la cual sale un chorrito de
agua (**) pura y cristalina; una de las
aguas más finas del
pueblo de
Ardón. Tanto es así que, la mayor parte de los vecinos de la zona, a pesar de tener pozo de brocal en sus propias
casas, iban allí a llenar la barrila.
(**) El chorrito está casi en el centro de la
fotografía.
Un cordial saludo a todos.
Un paisano de Sabino Ordás.