¡Hola! "A orilla del Esla".
Perdona que te robe unos minutos, pero cada vez que miro esta foto entro en un suspense, como cuando tienes una palabra en la punta de la lengua y no termina de salir porque te falla la memoria instantánea; ese suspense consiste en que recuerdo perfectamente la casa, la he visto, cientos, quizá miles, de veces pero no soy capaz de situarla, ni de recordar quien fue o es su dueño.
Te agradeceré que me despejes las incógnitas, si no tienes inconveniente.
Un cordial saludo.
Un paisano de Sabino Ordás.
Perdona que te robe unos minutos, pero cada vez que miro esta foto entro en un suspense, como cuando tienes una palabra en la punta de la lengua y no termina de salir porque te falla la memoria instantánea; ese suspense consiste en que recuerdo perfectamente la casa, la he visto, cientos, quizá miles, de veces pero no soy capaz de situarla, ni de recordar quien fue o es su dueño.
Te agradeceré que me despejes las incógnitas, si no tienes inconveniente.
Un cordial saludo.
Un paisano de Sabino Ordás.
¡Hola a todos!: Paisano de sabino ordas, Nino, ardonés por el mundo y demás que nos leen a ver si se animan a escribir y contarnos algo u opinar de lo que leen en el foro, de los cuadros, las fotos…..
-Paisano de sabino ordas: me pides dos aclaraciones, una sobre la foto del Soto arriba, me has situado correctamente como tu dices y crees bien, a la derecha ahora está la gravera en lo que en su día fue la huerta de Ciriaco, detrás de mi está por llamarlo de alguna manera la desembocadura de la presa de Rozuela, que no es para nada lo que fue, con su agua limpia, sus paleras, chopos, álamos, balsas…. Ya sentí no haber llegado hasta la fuente de los cañicos. (En la huerta de Ciriaco también había otra fuente con su estanque y alguna ortiga a la rededor que más de una vez la tocabas y después a rascarte).
La otra aclaración es sobre esta foto, la casa tiene en la parte derecha, arriba, debajo del alero, un cartel anunciador que dice ARDÓN, que vosotros no podéis apreciar bien en la foto, como pensamos todos si alguien venía de fuera por este camino, era la primera casa que se encontraba y le anunciaba en que pueblo estaba, no se si había más carteles en las otras calles de entrada al pueblo. (No recuerdo si aquellos profesionales de la luz eléctrica que tuvimos, le pusieron una bombilla de 15 vatios de iluminación para por la noche poder leerlo). El camino y la calle tienen el mismo apellido REAL, y la casa era la de Emidio y Celia. Con el cemento a mano vuelta ha cambiado la cara de la casa. Creo habértelo aclarado dando un pequeño rodeo.
Se acercan los Santos, ¿teníamos alguna tradición?
Un cordial saludo.
A orilla del Esla.
-Paisano de sabino ordas: me pides dos aclaraciones, una sobre la foto del Soto arriba, me has situado correctamente como tu dices y crees bien, a la derecha ahora está la gravera en lo que en su día fue la huerta de Ciriaco, detrás de mi está por llamarlo de alguna manera la desembocadura de la presa de Rozuela, que no es para nada lo que fue, con su agua limpia, sus paleras, chopos, álamos, balsas…. Ya sentí no haber llegado hasta la fuente de los cañicos. (En la huerta de Ciriaco también había otra fuente con su estanque y alguna ortiga a la rededor que más de una vez la tocabas y después a rascarte).
La otra aclaración es sobre esta foto, la casa tiene en la parte derecha, arriba, debajo del alero, un cartel anunciador que dice ARDÓN, que vosotros no podéis apreciar bien en la foto, como pensamos todos si alguien venía de fuera por este camino, era la primera casa que se encontraba y le anunciaba en que pueblo estaba, no se si había más carteles en las otras calles de entrada al pueblo. (No recuerdo si aquellos profesionales de la luz eléctrica que tuvimos, le pusieron una bombilla de 15 vatios de iluminación para por la noche poder leerlo). El camino y la calle tienen el mismo apellido REAL, y la casa era la de Emidio y Celia. Con el cemento a mano vuelta ha cambiado la cara de la casa. Creo habértelo aclarado dando un pequeño rodeo.
Se acercan los Santos, ¿teníamos alguna tradición?
Un cordial saludo.
A orilla del Esla.
¡Hola! A orilla del Esla.
Me ha llamado la atención que menciones la imposibilidad de llegar a la "Fuente los Cañicos", aquel remanso de paz estival del que tantas veces disfruté, con su pequeño plantío (8-10 chopos), la praderita siempre verde entre ellos, los alisos a la orilla del río con los cangrejos entre sus raíces debajo, el tajo totalmente vertical de la cuesta, la fuente en sí, con aquel agua clara y fresca tan apetecible, el par de paleras a continuación..., y el brazo del río, no muy ancho y profundo, sin apenas corriente, como si de una piscina se tratara, y donde tan buenos baños se daba uno.
Ya entonces, cuando yo era un chaval, el ecceso era muy singular, pues había que hacerlo por senderos: bien por el que iba, a media cuesta, partiendo desde "El Jardín", bien por el que, entre chopos, balsas y sobre el rebadillo del río, llegaba desde "El Soto Arriba", amén del que se desviaba del camino de "Rozuela" o "El Balsero" por la derecha, al llegar a la varga que sirve de límite entre "Los Castrijones" y "Los Arenales", por la cual descendía para unirse al primero en la ribera del río. Este último era el que tenían que transitar las mujeres que iban a lavar en esta zona de la rivera del Esla, cargadas con la ropa y los útiles necesarios para realizar la faena.
¡Ay! "Los Castrijones", pago garbancero por excelencia, como "El Castillo"; en ellos se daban los mejores garbanzos de Ardón. Me atrevería a decir que mejores incluso que los afamados de Fuentesauco.
Siguiendo por el sendero y ya dejada atrás la fuente, al llegar al "Soto Arriba", se le unía otro que, desviándose también por la derecha del camino ya citado, descendía de lo alto por la cuesta, en este caso era tan pindio que parecía que ibas a volar al bajarlo, para continuar juntos por la vereda que había entre las fincas particulares y el rebadillo del río hasta enlazar con el casmino de "El Balsero", justo a la altura de la desembocadura de la presa (hoy irreconocible, pues la presa en sí ya no existe, ya que fue desviada por los nuevos propietarios de la finca de Rozuela) el cual bordeando dicho pago llegaba hasta Vega de Infanzones.
Pues bien, en "El Soto Arriba", después de pasar la noria de Félix, "Cucharón", junto al sendero había dos pozos medio cegados y derruídos, que conservaban una pequeña lagunita de agua cada uno, con las paredes, que estaban empedradas, muy húmedas: uno de ellos estaba en una finca de Segundo y, el otro, creo que en una de Desio. Las tardes que iba a pescar cangrejos a la presa en Rozuela, con el consentimiento del "tío Eusebio", el guarda que vivía en el caserío de la finca con su familia, para mí era una gozada contemplar durante unos minutos las salamandras que en ellos había, una colonia de 8-10 ejemplares en cada caso. Las había de varios colores y tonos: pardas con manchas y/o rayas amarillas, pardas con manchas y/o rayas rojas o naranjas, verde oliva con rayas y/o manchas amarillas y/o rojas, pardas violáceas, muy oscuras, y -en una ocasión- pude contemplar una de tonalidad azul con manchas amarillas ¡Preciosa! Nunca volví a ver una salamandra como ésta: ni en catálogos, ni en fotografías de libros o de internet, ni en la naturaleza.
Y ya que hiciste el esfuerzo este verano de ir a sacar la foto que comentamos, creo que para satisfacer los deseos de todos, intentaré hablarte otro día de las luciérnagas y los lagartos de la cuesta, entre la bajada del camino y la huerta del "tío Ciriaco".
Un cordial saludo.
Un paisano de Sabino Ordás.
Me ha llamado la atención que menciones la imposibilidad de llegar a la "Fuente los Cañicos", aquel remanso de paz estival del que tantas veces disfruté, con su pequeño plantío (8-10 chopos), la praderita siempre verde entre ellos, los alisos a la orilla del río con los cangrejos entre sus raíces debajo, el tajo totalmente vertical de la cuesta, la fuente en sí, con aquel agua clara y fresca tan apetecible, el par de paleras a continuación..., y el brazo del río, no muy ancho y profundo, sin apenas corriente, como si de una piscina se tratara, y donde tan buenos baños se daba uno.
Ya entonces, cuando yo era un chaval, el ecceso era muy singular, pues había que hacerlo por senderos: bien por el que iba, a media cuesta, partiendo desde "El Jardín", bien por el que, entre chopos, balsas y sobre el rebadillo del río, llegaba desde "El Soto Arriba", amén del que se desviaba del camino de "Rozuela" o "El Balsero" por la derecha, al llegar a la varga que sirve de límite entre "Los Castrijones" y "Los Arenales", por la cual descendía para unirse al primero en la ribera del río. Este último era el que tenían que transitar las mujeres que iban a lavar en esta zona de la rivera del Esla, cargadas con la ropa y los útiles necesarios para realizar la faena.
¡Ay! "Los Castrijones", pago garbancero por excelencia, como "El Castillo"; en ellos se daban los mejores garbanzos de Ardón. Me atrevería a decir que mejores incluso que los afamados de Fuentesauco.
Siguiendo por el sendero y ya dejada atrás la fuente, al llegar al "Soto Arriba", se le unía otro que, desviándose también por la derecha del camino ya citado, descendía de lo alto por la cuesta, en este caso era tan pindio que parecía que ibas a volar al bajarlo, para continuar juntos por la vereda que había entre las fincas particulares y el rebadillo del río hasta enlazar con el casmino de "El Balsero", justo a la altura de la desembocadura de la presa (hoy irreconocible, pues la presa en sí ya no existe, ya que fue desviada por los nuevos propietarios de la finca de Rozuela) el cual bordeando dicho pago llegaba hasta Vega de Infanzones.
Pues bien, en "El Soto Arriba", después de pasar la noria de Félix, "Cucharón", junto al sendero había dos pozos medio cegados y derruídos, que conservaban una pequeña lagunita de agua cada uno, con las paredes, que estaban empedradas, muy húmedas: uno de ellos estaba en una finca de Segundo y, el otro, creo que en una de Desio. Las tardes que iba a pescar cangrejos a la presa en Rozuela, con el consentimiento del "tío Eusebio", el guarda que vivía en el caserío de la finca con su familia, para mí era una gozada contemplar durante unos minutos las salamandras que en ellos había, una colonia de 8-10 ejemplares en cada caso. Las había de varios colores y tonos: pardas con manchas y/o rayas amarillas, pardas con manchas y/o rayas rojas o naranjas, verde oliva con rayas y/o manchas amarillas y/o rojas, pardas violáceas, muy oscuras, y -en una ocasión- pude contemplar una de tonalidad azul con manchas amarillas ¡Preciosa! Nunca volví a ver una salamandra como ésta: ni en catálogos, ni en fotografías de libros o de internet, ni en la naturaleza.
Y ya que hiciste el esfuerzo este verano de ir a sacar la foto que comentamos, creo que para satisfacer los deseos de todos, intentaré hablarte otro día de las luciérnagas y los lagartos de la cuesta, entre la bajada del camino y la huerta del "tío Ciriaco".
Un cordial saludo.
Un paisano de Sabino Ordás.