¡Hola, "a orilla del Esla"! ¡Hola a todos!
No me aguanto sin decir algo sobre tus fotos, disculpame. También pido disculpas a todos, por no despedirme convenientemente (hay que guardar las formas) en mi comunicado anterior.
Qué envidia me das "a orilla del Esla": de Soto a Soto, como si nada, y el paseito por las cercanías del "Húmedo" a fin de cargar la cámara de fotos rurales y arqueológico-museísticas para solaz nuestro. Te lo agradecemos sinceramente.
¡Lástima de corral, yo que lo conocí cuando aún metían en él ovejas!
El sendero del Soto Arriba, que ya no llega a su destino, creo que con su muerte actúa, como la semilla, facilitando la generación de nuevas o más fuertes vidas: esa explosión vital que reflejan las dos fotos de tanto ramaje y la no menos sugestiva respuesta de la naturaleza ante el abandono, puesta de manifiesto por la seta y los musgos, al sacarle provecho al tronco del chopo en descomposición, parasitando en él.
Como anécdota, os diré que de esta zona salió y fue llevado a hombros hasta la puerta de la iglesia el último "mayo", que por cierto no fue pinado por falta de fuerzas entre otras cosas, allá por los años sesenta.
No sabía que hubiera un sitio en el Soto Abajo que se nominara "El Mirador". ¿A qué zona de dicho pago corresponde?
En unos días os comentaré algo sobre las piezas del museo.
Un cordial saludo.
Un paisano de Sabino Ordás.
No me aguanto sin decir algo sobre tus fotos, disculpame. También pido disculpas a todos, por no despedirme convenientemente (hay que guardar las formas) en mi comunicado anterior.
Qué envidia me das "a orilla del Esla": de Soto a Soto, como si nada, y el paseito por las cercanías del "Húmedo" a fin de cargar la cámara de fotos rurales y arqueológico-museísticas para solaz nuestro. Te lo agradecemos sinceramente.
¡Lástima de corral, yo que lo conocí cuando aún metían en él ovejas!
El sendero del Soto Arriba, que ya no llega a su destino, creo que con su muerte actúa, como la semilla, facilitando la generación de nuevas o más fuertes vidas: esa explosión vital que reflejan las dos fotos de tanto ramaje y la no menos sugestiva respuesta de la naturaleza ante el abandono, puesta de manifiesto por la seta y los musgos, al sacarle provecho al tronco del chopo en descomposición, parasitando en él.
Como anécdota, os diré que de esta zona salió y fue llevado a hombros hasta la puerta de la iglesia el último "mayo", que por cierto no fue pinado por falta de fuerzas entre otras cosas, allá por los años sesenta.
No sabía que hubiera un sitio en el Soto Abajo que se nominara "El Mirador". ¿A qué zona de dicho pago corresponde?
En unos días os comentaré algo sobre las piezas del museo.
Un cordial saludo.
Un paisano de Sabino Ordás.