|SALUDOS PARA TODOS|Al Sr. PAISANO DE SABINO ORDAS; LE COMENTO QUE LA DESCRIPCION DE LA HOJA DE LAUREL SOBRE EL SOTO DE ABAJO PARA SITUAR EL MANANTIAL, (A LA VEZ FORMANDO UN CHAPAZAL PISADO POR EL GANADO) ES CORRECTA, MAS/ MENOS, HACIA LA MITAD DEL PRADO A LA DERECHA CONTRA LA CUESTA SE ENCUENTRA EL MANANTIAL.
A CONTINUACION TE DESCRIBO LA ESCRITURA QUE CONSTA EN EL DINTEL PERTENECIENTE A LA CAPILLA:
-DINTEL PERTENECIENTE A LA CAPILLA QUE EXISTIÓ EN ESTE LUGAR, AL LADO DE LA IGLESIA DE SAN MIGUEL Y QUE SU CURA PARROCO DON FRANCISCO ÁLVAREZ DE LA PUERTA, CONSTRUYÓ A SUS EXPENSAS.
DE FORMA CUADRANGULAR Y REMATADA CON UNA CÚPULA RICAMENTE PINTADA, DE LA QUE PENDÍA UNA ARAÑA DE CRISTAL, DISPONÍA DE DOS PUERTAS, UNA DE ELLAS TENÍA ACCESO A LA CALLE Y LA OTRA COMUNICABA CON LA IGLESIA DE SAN MIGUEL.
EN EL AÑO 1775, DON MARTIN DE CABO, COMISARIO EJECUTOR DE LA ÚLTIMA VOLUNTAD DE DON FRANCISCO ÁLVAREZ DE LA PUERTA, CREÓ UNA FUNDACIÓN BAJO LA ADUOCACIÓN DE SAN ANTONIO DE PAUDA, A CUYO VINCULO SE HALLABAN SUJETOS TODOS SUS BIENES.
FUÉ SU HEREDERO UNIVERSAL SU SOBRINO DON MANUEL PELLITERO.
AUTOR DE ESTOS DATOS - J. ANTONIO GONZÁLEZ PELLITERO. -
YA QUE MENCIONAS EL RELOJ DE SOL, QUE SE ENCUENTRA EN LA ESQUINA DE LA CASA (LLAMADA DEL MAYORAZGO). ¿QUE INFORMACIÓN PUEDES DARNOS DE ESE ENTORNO? PIENSO QUE SERÁ DE LO MÁS ANTIGUO QUE EXISTE EN EL PUEBLO, EN LO QUE A CASAS SE REFIERE ¿NO?
¡HASTA LA PRÓXIMA!
A CONTINUACION TE DESCRIBO LA ESCRITURA QUE CONSTA EN EL DINTEL PERTENECIENTE A LA CAPILLA:
-DINTEL PERTENECIENTE A LA CAPILLA QUE EXISTIÓ EN ESTE LUGAR, AL LADO DE LA IGLESIA DE SAN MIGUEL Y QUE SU CURA PARROCO DON FRANCISCO ÁLVAREZ DE LA PUERTA, CONSTRUYÓ A SUS EXPENSAS.
DE FORMA CUADRANGULAR Y REMATADA CON UNA CÚPULA RICAMENTE PINTADA, DE LA QUE PENDÍA UNA ARAÑA DE CRISTAL, DISPONÍA DE DOS PUERTAS, UNA DE ELLAS TENÍA ACCESO A LA CALLE Y LA OTRA COMUNICABA CON LA IGLESIA DE SAN MIGUEL.
EN EL AÑO 1775, DON MARTIN DE CABO, COMISARIO EJECUTOR DE LA ÚLTIMA VOLUNTAD DE DON FRANCISCO ÁLVAREZ DE LA PUERTA, CREÓ UNA FUNDACIÓN BAJO LA ADUOCACIÓN DE SAN ANTONIO DE PAUDA, A CUYO VINCULO SE HALLABAN SUJETOS TODOS SUS BIENES.
FUÉ SU HEREDERO UNIVERSAL SU SOBRINO DON MANUEL PELLITERO.
AUTOR DE ESTOS DATOS - J. ANTONIO GONZÁLEZ PELLITERO. -
YA QUE MENCIONAS EL RELOJ DE SOL, QUE SE ENCUENTRA EN LA ESQUINA DE LA CASA (LLAMADA DEL MAYORAZGO). ¿QUE INFORMACIÓN PUEDES DARNOS DE ESE ENTORNO? PIENSO QUE SERÁ DE LO MÁS ANTIGUO QUE EXISTE EN EL PUEBLO, EN LO QUE A CASAS SE REFIERE ¿NO?
¡HASTA LA PRÓXIMA!
¡Hola, "Ardonés por el mundo"!
Cuando hace año y medio vi la transcripción literal que trasladaste al foro, del comunicado que tiempo antes había aparecido, sobre un dintel de la "Capilla de San Antonio de Padua", en el cementerio del pueblo, a propósito de algunos aspectos relacionados con un cura que tuvo sus raíces en Ardón y que en dicho lugar procuró que creciera el árbol convenientemente, entendí que te interesaba mucho el tema y, con el fin de darte alguna información al respecto, me propuse tomar cartas en el asunto y, cuando tuviera información contrastada, trasladarla al foro.
Hoy, dado que he tenido oportunidad de conocer algunos documentos de la época de aquel cura, Don Francisco Álvarez de la Puerta, presbítero y párroco de la Iglesia de San Miguel, y con él directamente relacionados, y que he podido contrastar información transmitida oralmente de generación en generación, paso a comentarte el primer punto de tu aportación literal al foro: el que hace referencia a la "Capilla de San Antonio".
Esta capilla la construyó, a sus expensas, Don Francisco Álvarez de la Puerta, Presbítero, cura de la Parroquial de San Miguel de Ardón durante más de 20 años, antes del 29 de julio de 1.770, pues en esa fecha ya había muerto: "... por lo que corresponde a su jurisdicción ordinaria diocesana y a las cláusulas piadosas que contiene, que principalmente se reducen a que en la capilla de San Antonio, que contigua a la expresada iglesia de San Miguel hizo a sus expensas el expresado Don Francisco Álvarez, hayan de celebrarse anualmente dos misas cantadas con asistentes..." (Folio 28 del Libro de los Instrumentos...) y "... para certificarme de ello, con asistencia de Don Alonso Borraz, actual cura de dicha parroquia de San Miguel, pasé a ella y, en su sacristía y separada de las alhajas de la iglesia, hallé (...) cuyas alhajas son las mismas que dicho Don Francisco Álvarez destinó para el uso de su capilla de San Antonio, que a sus expensas fabricó contigua a dicha iglesia y con comunicación a ella..." (Folio 30 del mismo libro: Licencia del Sr. Ordinario Eclesiástico del 6 de junio de 1.774.- Dr. Don Juan Manuel Galiano, Secretario). La tradición ha transmitido la noticia de que estando unos operarios haciendo una cueva para encerrar vino, tuvieron un percance muy aparatoso y que, cuando el propietario, ausente de la obra, tuvo conocimiento del hecho, hizo promesa de construir una capilla en honor de San Antonio de Padua en la iglesia de San Miguel, si ninguno de los trabajadores accidentados había sufrido desgracias personales, como así ocurrió; si esta circunstancia se produjo, dado que la capilla se construyó, según queda constatado por la documentación reseñada, podemos concluir que fuera el mismo Don Francisco Álvarez de la Puerta quien estuviera metido en esa faena de construir o ampliar su cueva y quien hiciera la promesa. Esta capilla, cuadrangular, estaba situada junto al altar mayor de la iglesia de San Miguel, en el lado de la epístola; Madoz en su diccionario de 1.845 dice que uno de los altares más notables de la iglesia referida es "el de San Antonio que está situado en una capilla de figura de media naranja, en la que hay una araña de cristal que ocupa el centro, y dos espejos de cuerpo entero." Recuerdo que tenía adornadas las cuatro pechinas, por debajo de la cúpula (media naranja de Madoz), con pinturas sobre escayola, las cuales representaban historias; una de ellas hacía referencia a la escena de llevar "El Viático" a un enfermo, en la que figuraban: el sacerdote, revestido (sotana, roquete, estola y superhumeral, éste de color) y llevando la píxide; el monaguillo, también revestido (sotana roja, sobrepelliz blanca y esclavina del mismo color que la sotana) y tocando la campanilla para anunciar su paso; y un burro, atado a la reja de una ventana, postrado de rodillas (cuenta la leyenda que, este burro, se arrodilló al llegar la comitiva a su altura y se levantó una vez que ésta hubo pasado, lo cual indica el alto grado de fe del animal, ya que fue una reacción espontánea del mismo); también recuerdo la araña, con muchos brazos y colgantes de cristal, suspendida del centro de la cúpula; ésta también tenía profusión de adornos pictóricos que representaban ángeles y ramas con hojas y flores. Se accedía a ella desde la iglesia por unas puertas enrejadas de dos cuerpos, hechas de madera y con los barrotes del cuerpo inferior de las mismas pintados de color anaranjado, y desde la calle por otras puertas. La capilla fue desmantelada cuando desapareció la iglesia y, a partir de ahí, el progresivo deterioro de muros y cobertura determinó que por el año 1.992-93, estando de párroco en Ardón Don Leopoldo, de Campo, fuera el momento de derribarla, amenazaba ruina, y dicho cura entró en tratos con nietos de Rosalía, concretamente los hijos de Marina, llegando al acuerdo de permitir el derribo de lo que quedaba, una vez fuera solicitado, a la familia que aún ostentaba algún derecho sobre ella, el permiso correspondiente por parte del Obispado para hacerlo. Según lo convenido, el terreno que ocupaba serviría para ampliar el cementerio y, en compensación, les reservarían a ellos el espacio necesario para dos panteones, 2 por 1, gratuitamente y en dicho solar cedido; el trato solamente se cumplió parcialmente: en lo que hacía referencia a la solicitud del Obispado para proceder al derribo, en la cesión gratuita del solar para ampliación del cementerio y en lo que se convino sobre la ubicación de los panteones, pero no en lo relativo a su gratuidad, pues al final, los dos espacios reservados para la familia, tuvieron que ser pagados a razón de 5.000 pesetas cada uno, precio estipulado en aquel entonces. Definitivamente fue derribada completamente y allanado el espacio que ocupaba en 1.994.
Perdona que me haya extendido tanto, pero creo que, el tema en si mismo considerado y el interés que supongo en nuestros paisanos por conocer aspectos del pueblo, se merecen la semblanza reflejada.
No me gustaría cerrar el capítulo sin pediros, a todos los que lo leáis, que si detectáis algún error lo corrijáis y, si conocéis algún dato más sobre el tema, lo trasladéis al foro. Yo os lo agradezco de antemano.
Finalmente, quiero reconocer y agradecer públicamente la confianza en mí depositada por los hermanos Álvarez González al permitirme acceder a documentación privada de la que son custodios y hacer uso de la información en ella contenida.
En ocasión próxima comentaré los otros puntos de tu transcripción.
Un cordial saludo para todos.
Un paisano de Sabino Ordás.
Cuando hace año y medio vi la transcripción literal que trasladaste al foro, del comunicado que tiempo antes había aparecido, sobre un dintel de la "Capilla de San Antonio de Padua", en el cementerio del pueblo, a propósito de algunos aspectos relacionados con un cura que tuvo sus raíces en Ardón y que en dicho lugar procuró que creciera el árbol convenientemente, entendí que te interesaba mucho el tema y, con el fin de darte alguna información al respecto, me propuse tomar cartas en el asunto y, cuando tuviera información contrastada, trasladarla al foro.
Hoy, dado que he tenido oportunidad de conocer algunos documentos de la época de aquel cura, Don Francisco Álvarez de la Puerta, presbítero y párroco de la Iglesia de San Miguel, y con él directamente relacionados, y que he podido contrastar información transmitida oralmente de generación en generación, paso a comentarte el primer punto de tu aportación literal al foro: el que hace referencia a la "Capilla de San Antonio".
Esta capilla la construyó, a sus expensas, Don Francisco Álvarez de la Puerta, Presbítero, cura de la Parroquial de San Miguel de Ardón durante más de 20 años, antes del 29 de julio de 1.770, pues en esa fecha ya había muerto: "... por lo que corresponde a su jurisdicción ordinaria diocesana y a las cláusulas piadosas que contiene, que principalmente se reducen a que en la capilla de San Antonio, que contigua a la expresada iglesia de San Miguel hizo a sus expensas el expresado Don Francisco Álvarez, hayan de celebrarse anualmente dos misas cantadas con asistentes..." (Folio 28 del Libro de los Instrumentos...) y "... para certificarme de ello, con asistencia de Don Alonso Borraz, actual cura de dicha parroquia de San Miguel, pasé a ella y, en su sacristía y separada de las alhajas de la iglesia, hallé (...) cuyas alhajas son las mismas que dicho Don Francisco Álvarez destinó para el uso de su capilla de San Antonio, que a sus expensas fabricó contigua a dicha iglesia y con comunicación a ella..." (Folio 30 del mismo libro: Licencia del Sr. Ordinario Eclesiástico del 6 de junio de 1.774.- Dr. Don Juan Manuel Galiano, Secretario). La tradición ha transmitido la noticia de que estando unos operarios haciendo una cueva para encerrar vino, tuvieron un percance muy aparatoso y que, cuando el propietario, ausente de la obra, tuvo conocimiento del hecho, hizo promesa de construir una capilla en honor de San Antonio de Padua en la iglesia de San Miguel, si ninguno de los trabajadores accidentados había sufrido desgracias personales, como así ocurrió; si esta circunstancia se produjo, dado que la capilla se construyó, según queda constatado por la documentación reseñada, podemos concluir que fuera el mismo Don Francisco Álvarez de la Puerta quien estuviera metido en esa faena de construir o ampliar su cueva y quien hiciera la promesa. Esta capilla, cuadrangular, estaba situada junto al altar mayor de la iglesia de San Miguel, en el lado de la epístola; Madoz en su diccionario de 1.845 dice que uno de los altares más notables de la iglesia referida es "el de San Antonio que está situado en una capilla de figura de media naranja, en la que hay una araña de cristal que ocupa el centro, y dos espejos de cuerpo entero." Recuerdo que tenía adornadas las cuatro pechinas, por debajo de la cúpula (media naranja de Madoz), con pinturas sobre escayola, las cuales representaban historias; una de ellas hacía referencia a la escena de llevar "El Viático" a un enfermo, en la que figuraban: el sacerdote, revestido (sotana, roquete, estola y superhumeral, éste de color) y llevando la píxide; el monaguillo, también revestido (sotana roja, sobrepelliz blanca y esclavina del mismo color que la sotana) y tocando la campanilla para anunciar su paso; y un burro, atado a la reja de una ventana, postrado de rodillas (cuenta la leyenda que, este burro, se arrodilló al llegar la comitiva a su altura y se levantó una vez que ésta hubo pasado, lo cual indica el alto grado de fe del animal, ya que fue una reacción espontánea del mismo); también recuerdo la araña, con muchos brazos y colgantes de cristal, suspendida del centro de la cúpula; ésta también tenía profusión de adornos pictóricos que representaban ángeles y ramas con hojas y flores. Se accedía a ella desde la iglesia por unas puertas enrejadas de dos cuerpos, hechas de madera y con los barrotes del cuerpo inferior de las mismas pintados de color anaranjado, y desde la calle por otras puertas. La capilla fue desmantelada cuando desapareció la iglesia y, a partir de ahí, el progresivo deterioro de muros y cobertura determinó que por el año 1.992-93, estando de párroco en Ardón Don Leopoldo, de Campo, fuera el momento de derribarla, amenazaba ruina, y dicho cura entró en tratos con nietos de Rosalía, concretamente los hijos de Marina, llegando al acuerdo de permitir el derribo de lo que quedaba, una vez fuera solicitado, a la familia que aún ostentaba algún derecho sobre ella, el permiso correspondiente por parte del Obispado para hacerlo. Según lo convenido, el terreno que ocupaba serviría para ampliar el cementerio y, en compensación, les reservarían a ellos el espacio necesario para dos panteones, 2 por 1, gratuitamente y en dicho solar cedido; el trato solamente se cumplió parcialmente: en lo que hacía referencia a la solicitud del Obispado para proceder al derribo, en la cesión gratuita del solar para ampliación del cementerio y en lo que se convino sobre la ubicación de los panteones, pero no en lo relativo a su gratuidad, pues al final, los dos espacios reservados para la familia, tuvieron que ser pagados a razón de 5.000 pesetas cada uno, precio estipulado en aquel entonces. Definitivamente fue derribada completamente y allanado el espacio que ocupaba en 1.994.
Perdona que me haya extendido tanto, pero creo que, el tema en si mismo considerado y el interés que supongo en nuestros paisanos por conocer aspectos del pueblo, se merecen la semblanza reflejada.
No me gustaría cerrar el capítulo sin pediros, a todos los que lo leáis, que si detectáis algún error lo corrijáis y, si conocéis algún dato más sobre el tema, lo trasladéis al foro. Yo os lo agradezco de antemano.
Finalmente, quiero reconocer y agradecer públicamente la confianza en mí depositada por los hermanos Álvarez González al permitirme acceder a documentación privada de la que son custodios y hacer uso de la información en ella contenida.
En ocasión próxima comentaré los otros puntos de tu transcripción.
Un cordial saludo para todos.
Un paisano de Sabino Ordás.