¡Hola, "a orilla del Esla"! ¡Hola, a todos!
Ahora que es tiempo de vendimias, aunque ya no rueda la rueda del carro ni se oyen los esquilones de la pareja de bueyes que tiran de él por la senda el Polear, creo que es el momento indicado para dar información sobre uno de los títulos del documento "Ardón: puestos de mando y profesionales", concretamente al que hace referencia a "propietarios-cosecheros de vino", dando cuenta de la ubicación de sus cuevas, algunas de las más importantes del momento en nuestro pueblo, tanto por la cantidad, como por la calidad de los vinos que en ellas se elaboraban.
Álvarez (Marcellano), mejor Marceliano, ya citado, como otros de los que hablaremos hoy, en comunicado que hice al foro el 9-V-2.014 sobre otro titulo del mismo documento, el de "ganaderos". Pues bién, Marceliano recogía la cosecha en su cueva de la zona de "el Pozo", mejor dicho era de su mujer Natalia Castillo; es la que queda frente a la calle de entrada al recodo-esplanada de servicio de las cinco cuevas que allí hay, de las cuales es la mejor preparada para el cometido específico a cumplir; desconozco quién es el propietario de la misma hoy día.
Aparicio (Pablo), padre de Pedro y Adoración, abuelo de Tino y María Cabreros, tenía la cueva en la calle el Chabarcal, frente a la parte trasera del nuevo edificio del Ayuntamiento; realmente eran dos cuevas, una de ellas con lagareta, y él dio una a cada uno de los hijos citados: a Adoración la cueva que tiene la fachada de ladrillos y la lagareta con revestimiento de cemento y las letras U C, Urbano Cabreros, iniciales del nombre del marido de la antedicha dueña; no sé que hijo la heredaría. Y a Pedro le dió la que queda más a la izquierda, desde el punto de vista del que mira desde enfrente; no tiene lagareta y su dueño se la vendió al tío Nemesio, de quien la heredó su hija Consolación, mujer de Atanasio Pastrana, y hoy es de la hija de ambos: Capitulina.
Aparicio (Serapio), hermano de Concepción, ésta mujer del tío Ciriaco, tenía la cueva en la zona de "el Caño": la que está situada entre la de Segundo Cabreros, "Vivas", y la de Félix Gutiérrez, "el tío Moruca"; hoy es de su sobrina Socorro.
Cabreros (Florentino), padre de D. Ubaldo, cura que fue de Benazolve, de Carolina, ésta madre de Gloria, Paula..., tenía la cueva frente al trinquete, lindando con la de Bonifacio Rey por poniente y con la de Segundo Pérez, sobre el que hablaremos después, por oriente; tiene la lagareta situada en un plano más elevado y bastante retranqueada, a la cual se accede por un plano terrero, redondeado, inclinado y bastante amplio, que era aprovechado por los espectadores que acudían los domingos y festivos a presenciar los partidos de pelota para sentarse, cuando el trinquete era "trinquete", sin pared lateral, y no frontón, como ahora; hoy es de los descendientes de Urbano Cabreros, el cual la heredó de su padre Florentino.
Gutiérrez (Artilano), el que fue médico de Ardón, tanto por naturaleza, como por profesión, con su cueva en Canal de la Horca, justo la que quedaba frente al álamo gigantesco que un rayo de una tormenta fulminó; tiene la lagareta por la parte de atrás, con acceso desde el Camino Real, aproximadamente a mitad de la cuesta de subida a los Demediantes; hoy es de su hija Pasina.
Gutiérrez (Félix), hermano del anterior y primer dueño de la casa que hoy en el pueblo nominan "la Casona", tenía dos cuevas: una en la zona de "el Caño", en el mismo rellano que la descrita con anterioridad como de Serapio Aparicio, con la cual linda por poniente, haciéndolo por oriente con la cueva del tío Secundino, situada ésta en un plano inferior, con entrada desde el Camino Real y hoy perteneciente a su nieto Manolín; y la otra en la parte alta de la calle el Chabarcal, más o menos en el centro del rellano de serevidumbre que, en un plano más elevado que la calle, hay a la izquierda de la misma subiendo desde el trinquete; es la más retranqueada del rellano con la entrada a la izquierda y la lagareta a la derecha en la misma fachada; detrás de esta cueva, en la parte alta, había un huerto que ocupaba toda la explanada entre cuevas, que pertenecía a Félix; hoy la cueva es de Luisa Barrio.
Ordás (Manuel), alias "Manolón", padre de Neófita, Raimunda..., abuelo de Agustín, "Zapatillas", de Raimunda, mujer de Santiago, y de Maximino, "el Chato", cosechó en la cueva que posteriormente fue de Maximino, la cual está ubicada en Cuatrovientos, con lagar en la parte alta, al nivel de la calle San Vicente, en una estancia de fábrica de tapial con cubierta de tejado, que a su vez sirve de acceso a la entrada de la cueva propiamente dicha; hoy es de "Minero", así como el huerto adyacente.
Pérez (Segundo), natural de Valdevimbre y casado en Ardón con Manuela Cabreros, abuelos de Gloria, Paula..., tenía la cueva, de la que realmente era propietaria su mujer, en el Chabarcal, justo a la altura del trinquete al otro lado de la calle; realmente eran dos cuevas, una con lagareta y la otra sin ella, formando un conjunto a tenor de la imagen que da la fachada de cemento, totalmente uniforme en la textura y trazado de líneas que la conforman, amén del curioso reparto que hicieron de la misma al darla en herencia a los hijos: la cueva que tiene lagareta para Victorino, la lagareta propiamente dicha para Julia, hermana del anterior y ama de cura, de su hermano D. Adolfo, y la cueva sin lagareta para otra hermana, Fidencia; la lagareta siguió sirviendo a la cueva con la que está comunicada y, con el paso del tiempo, volvió a unificarse la pertenencia de ambas en uno solo de los herederos posteriores, concretamente en Dulce Mari, hija de Gloria, la cual la vendio a alguién de Málaga, mientras que la heredada por Fidencia también fue vendida y hoy forma parte del restaurante en que fue transformada la cueva de al lado, la de Hipólito de la Fuente.
Rey (Felipe), abuelo de Feliberta, la madre de Nisio, y de Vicencio y Cilinio, éstos hijos de Leonardo, quien la heredó de su padre y la legó a sus hijos, los anteriormente citados, los cuales la vendieron a Martín y Maribel, propietarios actuales; situada en la zona de "el Chabarcal", tenía la entrada desde la calle y, al lado izquierdo desde el punto de vista del observador y siguiendo la misma línea, estaba la lagareta, el lagar, la viga y el canto, protegido todo por una construcción similar a la que aún se conserva delante de la casa de Felicidad, hoy de Mariví, que desarrollaba las mismas funciones en la cueva de Alfredo.
Como ya me he extendido demasiado, solamente decir que, en la recopilación de datos que he hecho sobre las cuevas de Ardón, tengo constancia de la existencia de 165, algunas de ellas ya caídas, la mayoría en desuso actualmente, algunas (pocas) nunca llegaron a utilizarse y, lo más grave: hoy solamente se cosecha en una y a muy pequeña escala, en la de Luis Rojo, antigua cueva de Urbano Castillo, "el tío Rin", en la que pisa uvas su yerno José Manuel Arellano. Hasta el año pasado hubo otro pequeño cosechero, Maximino Ferrero, "el Minero", que elaboraba algo de vino en una cueva que anteriormente perteneció a un tío de su mujer, otro Urbano Castillo, en este caso "el Cojo".
Sin comentario. Opinad vosotros. Corregidme si hay algún error.
Un cordial saludo para todos.
Un paisano de Sabino Ordás.
Ahora que es tiempo de vendimias, aunque ya no rueda la rueda del carro ni se oyen los esquilones de la pareja de bueyes que tiran de él por la senda el Polear, creo que es el momento indicado para dar información sobre uno de los títulos del documento "Ardón: puestos de mando y profesionales", concretamente al que hace referencia a "propietarios-cosecheros de vino", dando cuenta de la ubicación de sus cuevas, algunas de las más importantes del momento en nuestro pueblo, tanto por la cantidad, como por la calidad de los vinos que en ellas se elaboraban.
Álvarez (Marcellano), mejor Marceliano, ya citado, como otros de los que hablaremos hoy, en comunicado que hice al foro el 9-V-2.014 sobre otro titulo del mismo documento, el de "ganaderos". Pues bién, Marceliano recogía la cosecha en su cueva de la zona de "el Pozo", mejor dicho era de su mujer Natalia Castillo; es la que queda frente a la calle de entrada al recodo-esplanada de servicio de las cinco cuevas que allí hay, de las cuales es la mejor preparada para el cometido específico a cumplir; desconozco quién es el propietario de la misma hoy día.
Aparicio (Pablo), padre de Pedro y Adoración, abuelo de Tino y María Cabreros, tenía la cueva en la calle el Chabarcal, frente a la parte trasera del nuevo edificio del Ayuntamiento; realmente eran dos cuevas, una de ellas con lagareta, y él dio una a cada uno de los hijos citados: a Adoración la cueva que tiene la fachada de ladrillos y la lagareta con revestimiento de cemento y las letras U C, Urbano Cabreros, iniciales del nombre del marido de la antedicha dueña; no sé que hijo la heredaría. Y a Pedro le dió la que queda más a la izquierda, desde el punto de vista del que mira desde enfrente; no tiene lagareta y su dueño se la vendió al tío Nemesio, de quien la heredó su hija Consolación, mujer de Atanasio Pastrana, y hoy es de la hija de ambos: Capitulina.
Aparicio (Serapio), hermano de Concepción, ésta mujer del tío Ciriaco, tenía la cueva en la zona de "el Caño": la que está situada entre la de Segundo Cabreros, "Vivas", y la de Félix Gutiérrez, "el tío Moruca"; hoy es de su sobrina Socorro.
Cabreros (Florentino), padre de D. Ubaldo, cura que fue de Benazolve, de Carolina, ésta madre de Gloria, Paula..., tenía la cueva frente al trinquete, lindando con la de Bonifacio Rey por poniente y con la de Segundo Pérez, sobre el que hablaremos después, por oriente; tiene la lagareta situada en un plano más elevado y bastante retranqueada, a la cual se accede por un plano terrero, redondeado, inclinado y bastante amplio, que era aprovechado por los espectadores que acudían los domingos y festivos a presenciar los partidos de pelota para sentarse, cuando el trinquete era "trinquete", sin pared lateral, y no frontón, como ahora; hoy es de los descendientes de Urbano Cabreros, el cual la heredó de su padre Florentino.
Gutiérrez (Artilano), el que fue médico de Ardón, tanto por naturaleza, como por profesión, con su cueva en Canal de la Horca, justo la que quedaba frente al álamo gigantesco que un rayo de una tormenta fulminó; tiene la lagareta por la parte de atrás, con acceso desde el Camino Real, aproximadamente a mitad de la cuesta de subida a los Demediantes; hoy es de su hija Pasina.
Gutiérrez (Félix), hermano del anterior y primer dueño de la casa que hoy en el pueblo nominan "la Casona", tenía dos cuevas: una en la zona de "el Caño", en el mismo rellano que la descrita con anterioridad como de Serapio Aparicio, con la cual linda por poniente, haciéndolo por oriente con la cueva del tío Secundino, situada ésta en un plano inferior, con entrada desde el Camino Real y hoy perteneciente a su nieto Manolín; y la otra en la parte alta de la calle el Chabarcal, más o menos en el centro del rellano de serevidumbre que, en un plano más elevado que la calle, hay a la izquierda de la misma subiendo desde el trinquete; es la más retranqueada del rellano con la entrada a la izquierda y la lagareta a la derecha en la misma fachada; detrás de esta cueva, en la parte alta, había un huerto que ocupaba toda la explanada entre cuevas, que pertenecía a Félix; hoy la cueva es de Luisa Barrio.
Ordás (Manuel), alias "Manolón", padre de Neófita, Raimunda..., abuelo de Agustín, "Zapatillas", de Raimunda, mujer de Santiago, y de Maximino, "el Chato", cosechó en la cueva que posteriormente fue de Maximino, la cual está ubicada en Cuatrovientos, con lagar en la parte alta, al nivel de la calle San Vicente, en una estancia de fábrica de tapial con cubierta de tejado, que a su vez sirve de acceso a la entrada de la cueva propiamente dicha; hoy es de "Minero", así como el huerto adyacente.
Pérez (Segundo), natural de Valdevimbre y casado en Ardón con Manuela Cabreros, abuelos de Gloria, Paula..., tenía la cueva, de la que realmente era propietaria su mujer, en el Chabarcal, justo a la altura del trinquete al otro lado de la calle; realmente eran dos cuevas, una con lagareta y la otra sin ella, formando un conjunto a tenor de la imagen que da la fachada de cemento, totalmente uniforme en la textura y trazado de líneas que la conforman, amén del curioso reparto que hicieron de la misma al darla en herencia a los hijos: la cueva que tiene lagareta para Victorino, la lagareta propiamente dicha para Julia, hermana del anterior y ama de cura, de su hermano D. Adolfo, y la cueva sin lagareta para otra hermana, Fidencia; la lagareta siguió sirviendo a la cueva con la que está comunicada y, con el paso del tiempo, volvió a unificarse la pertenencia de ambas en uno solo de los herederos posteriores, concretamente en Dulce Mari, hija de Gloria, la cual la vendio a alguién de Málaga, mientras que la heredada por Fidencia también fue vendida y hoy forma parte del restaurante en que fue transformada la cueva de al lado, la de Hipólito de la Fuente.
Rey (Felipe), abuelo de Feliberta, la madre de Nisio, y de Vicencio y Cilinio, éstos hijos de Leonardo, quien la heredó de su padre y la legó a sus hijos, los anteriormente citados, los cuales la vendieron a Martín y Maribel, propietarios actuales; situada en la zona de "el Chabarcal", tenía la entrada desde la calle y, al lado izquierdo desde el punto de vista del observador y siguiendo la misma línea, estaba la lagareta, el lagar, la viga y el canto, protegido todo por una construcción similar a la que aún se conserva delante de la casa de Felicidad, hoy de Mariví, que desarrollaba las mismas funciones en la cueva de Alfredo.
Como ya me he extendido demasiado, solamente decir que, en la recopilación de datos que he hecho sobre las cuevas de Ardón, tengo constancia de la existencia de 165, algunas de ellas ya caídas, la mayoría en desuso actualmente, algunas (pocas) nunca llegaron a utilizarse y, lo más grave: hoy solamente se cosecha en una y a muy pequeña escala, en la de Luis Rojo, antigua cueva de Urbano Castillo, "el tío Rin", en la que pisa uvas su yerno José Manuel Arellano. Hasta el año pasado hubo otro pequeño cosechero, Maximino Ferrero, "el Minero", que elaboraba algo de vino en una cueva que anteriormente perteneció a un tío de su mujer, otro Urbano Castillo, en este caso "el Cojo".
Sin comentario. Opinad vosotros. Corregidme si hay algún error.
Un cordial saludo para todos.
Un paisano de Sabino Ordás.