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ARDON: ¡Hola, Mar!...

Hola a un paisano de Sabino Ordas. En alusión a tu composición referente al “manício”, comentar que me trae grandes recuerdos, ya que de niño me tocaron todos los trabajos que describes y operaciones posteriores. Poda con podadera en viñas de “varas” o de “escavio”-que previo escavado, se cortaban desde el tronco de la cepa, cuyas ramas cortadas se dejaba en pequeños haces, para posteriormente recogerlos y hacer los montones más grandes hasta completar el futuro manicio. Atado de manicios-todo un arte-amontonado de los mismos en un montón o en varios él la misma finca-si esta era grande, para después acarrearlos en carros apernillados, para su traslado-generalmente a un cobertizo para hacer un “tenada “, donde se secaban. Se autoabastecia para el consumo de todo el año, y lo sobrante se vendía a panaderías del pueblo y/o colindantes. Durante el amontonado y atado-solía haber muchos cierzos-aguaceros y tiempo frío-y nos resguardábamos dl agua bajo los montones de Buenas hogazas y tortas se hacían en casa-generalmente cada 15 días-, Buenos bollos para la fiesta y buenos asados, todo ello “arrojados los hornos caseros con los citados MANICIOS”

¡Hola, Mar!
¿Recuerdas si tenía nombre el montón o montones de manicios que se hacían en la viña podada antes de llevarlos a la tenada?
Las gavillas de las mieses (trigo, cebada, centeno) se apilaban en morenas recuerdo, pero de los manicios no tengo constancia.
Un saludo.
Un paisano de Sabino Ordás.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Hola a un paisano de Sabino Ordás y a todos: creo que no tenían nombres y solamente “montones” de manicios en la/s viñas. De otro modo las morenas de mies eran rectangulares o redondas, y cuando llovía mucho había que “abrir” las morenas para que se secaran.