¡Hola, a todos!
Cuando el 28-XI-2.014 comenté algo sobre la medalla de plata concedida a los vinos de la Cueva del Mayorazgo el 19 de mayo de 1.877, os mostré mi intención de hablar acerca de dicha cueva, dando información sobre su descripción antigua; repetí mi compromiso de hacerlo cuando colgué una fotografía de su ventano hundido el 28-XI-2.015. Dicha información la trasladé al foro el 2-VII-2.016, incluyendo un plano hecho a ojo, en el cual se muestra la actual posesión de la cueva, repartida entre tres propietarios.
Ampliando ahora algo más dicha información os diré que Miguel González Marcos, cuyos vinos fueron premiados en la fecha arriba indicada, fue el último que disfrutó de toda la cueva, pues -a su muerte- la misma se repartió entre tres de sus hijos (tengo constancia de que tuvo por lo menos cuatro) de la forma siguiente: La parte occidental, la coloreada de rojo en el plano, pasó a Anacleto Celedonio González Vega, el mayor de los hijos varones de Miguel; la parte intermedia, la coloreada de azul en dicho plano, fue para Gregoria Antonia González Vega (de ésta quizá comente algo más cualquier día, pues, dados los cambios político-legislativos que se produjeron en España en el quinquenio de 1.869 a 1.874, tuvo que casarse dos veces con el mismo hombre, Claudio Alonso Álvarez, para hacer efectiva la validez civil de su matrimonio) tercera entre los hijos del citado Miguel y abuela de Maurilio, el padre de Maxi; y la parte más occidental, la coloreada de verde en el repetido plano, fue para Gregorio González Vega, el hijo más pequeño de Miguel y, a su vez, padre de "los Miguelines" y abuelo de Elena, Candelas...
Este último tramo se corresponde con la cueva que linda por oriente con la Cueva del Mayorazgo, en la descripción que de ésta última se hace en el apeo llevado a cabo en los años 1.774-75; allí se dice que era de Bernardo Pellitero, padre éste del primer llamado al disfrute de la hacienda del vínculo, D. Manuel Pellitero Vallejo, y no forma parte de los bienes vinculados, aunque se abra un pasillo de comunicación entre las dos cuevas y se haga uso conjunto de las mismas por los sucesores titulares del Mayorazgo hasta el momento del reparto.
Aparte de lo anterior, "A orilla del Esla", puedo aclararte las dudas que expresas en tu comunicado del día 22-VII-2.016 diciéndote que sí, que hace ya muchos años, más de sesenta, que la misma tenía la entrada caída.
Un cordial saludo para todos.
Un paisano de Sabino Ordás.
Cuando el 28-XI-2.014 comenté algo sobre la medalla de plata concedida a los vinos de la Cueva del Mayorazgo el 19 de mayo de 1.877, os mostré mi intención de hablar acerca de dicha cueva, dando información sobre su descripción antigua; repetí mi compromiso de hacerlo cuando colgué una fotografía de su ventano hundido el 28-XI-2.015. Dicha información la trasladé al foro el 2-VII-2.016, incluyendo un plano hecho a ojo, en el cual se muestra la actual posesión de la cueva, repartida entre tres propietarios.
Ampliando ahora algo más dicha información os diré que Miguel González Marcos, cuyos vinos fueron premiados en la fecha arriba indicada, fue el último que disfrutó de toda la cueva, pues -a su muerte- la misma se repartió entre tres de sus hijos (tengo constancia de que tuvo por lo menos cuatro) de la forma siguiente: La parte occidental, la coloreada de rojo en el plano, pasó a Anacleto Celedonio González Vega, el mayor de los hijos varones de Miguel; la parte intermedia, la coloreada de azul en dicho plano, fue para Gregoria Antonia González Vega (de ésta quizá comente algo más cualquier día, pues, dados los cambios político-legislativos que se produjeron en España en el quinquenio de 1.869 a 1.874, tuvo que casarse dos veces con el mismo hombre, Claudio Alonso Álvarez, para hacer efectiva la validez civil de su matrimonio) tercera entre los hijos del citado Miguel y abuela de Maurilio, el padre de Maxi; y la parte más occidental, la coloreada de verde en el repetido plano, fue para Gregorio González Vega, el hijo más pequeño de Miguel y, a su vez, padre de "los Miguelines" y abuelo de Elena, Candelas...
Este último tramo se corresponde con la cueva que linda por oriente con la Cueva del Mayorazgo, en la descripción que de ésta última se hace en el apeo llevado a cabo en los años 1.774-75; allí se dice que era de Bernardo Pellitero, padre éste del primer llamado al disfrute de la hacienda del vínculo, D. Manuel Pellitero Vallejo, y no forma parte de los bienes vinculados, aunque se abra un pasillo de comunicación entre las dos cuevas y se haga uso conjunto de las mismas por los sucesores titulares del Mayorazgo hasta el momento del reparto.
Aparte de lo anterior, "A orilla del Esla", puedo aclararte las dudas que expresas en tu comunicado del día 22-VII-2.016 diciéndote que sí, que hace ya muchos años, más de sesenta, que la misma tenía la entrada caída.
Un cordial saludo para todos.
Un paisano de Sabino Ordás.
Un paisano de sabino ordás: Muchas inexactitudes existen en el mensaje anterior, tu que sueles estar bien informado, tengo la impresión que en esta ocasión te has dejado llevar por el “boca a boca” que pocas veces es el reflejo de la verdad.
Las correcciones que voy a hacer se corresponden con la verdad escrita en documentos de la época. Miguel González Marcos tuvo al menos ocho hijos, Anacleto Celedonio González Vega hacia el número cuatro en la línea sucesoria, (por cierto, abuelo de Rosalía), Gregoria Antonia González Vega era la sesta.
Para no extenderme demasiado te diré que Miguel González Marcos y su mujer Ángela Vega Martínez, hicieron juntos ante notario, testamento y nada tiene que ver con lo que expresas en tu mensaje, también te diré que el tal Miguel era el abuelo del tantas veces nombrado: Félix.
Lamento contradecirte pero si no lo hiciera estaría contribuyendo al “boca a boca” carente de toda exactitud. Saludos
Las correcciones que voy a hacer se corresponden con la verdad escrita en documentos de la época. Miguel González Marcos tuvo al menos ocho hijos, Anacleto Celedonio González Vega hacia el número cuatro en la línea sucesoria, (por cierto, abuelo de Rosalía), Gregoria Antonia González Vega era la sesta.
Para no extenderme demasiado te diré que Miguel González Marcos y su mujer Ángela Vega Martínez, hicieron juntos ante notario, testamento y nada tiene que ver con lo que expresas en tu mensaje, también te diré que el tal Miguel era el abuelo del tantas veces nombrado: Félix.
Lamento contradecirte pero si no lo hiciera estaría contribuyendo al “boca a boca” carente de toda exactitud. Saludos
¡Hola, "desde Madrid"!
Mi agradecimiento por la atención que veo me sigues prestando y por la respuesta que insertas.
Permíteme ahora que te diga que mis inexactitudes no se deben al "boca a boca", dado que -las personas de las cuales hablo- no son conocidas por mis interlocutores del verano; la razón de las inexactitudes está en la falta de información documentada completa por mi parte, respecto de la que parece ser dispones tú: yo hablo de cuatro hijos (de los que tengo datos documentales) mientras que tú dices que fueron al menos ocho los hijos de Miguel y Ángela.
Esta falta de datos me llevó a interpretar que Anacleto Celedonio fuera el hijo varón mayor del matrimonio (lo que -según tú- no es así) y que Gregoria era la tercera entre los hijos de dicho matrimonio (según tú la sexta): Pido disculpas por mi ingenuidad y os prometo que, de ahora en adelante, pondré siempre la coletilla: "Según la información de que dispongo..."
A este respecto, convencido de que a nuestros paisanos les interesan estas historias y dado que yo no puedo dar información más amplia mientras que tú sí, te entrego el testigo: toma el relevo.
Perdona que vuelva a insistir, pero ya en ocasión anterior me dijiste que hablo fiándome de lo que me dice la gente y, consecuentemente, cometo errores; en aquella ocasión te pedí que salieras al paso de los mismos y los corrigieras: no lo hiciste. Permíteme que te insista en que así lo hagas, a fin de que quienes nos lean disfruten de la verdad auténtica y completa, pues de no ser así todo puede quedar en un entredicho sin mayor fundamento y que conduce al error.
Como ejemplo de corrección: "Martín Jabares estuvo casado, allá por el año de 1770 con Bernarda Vallejo Álvarez y no con una tía de ésta llamada Bernarda Álvarez de la Puerta (Lib. Inst.- Fol 3).
Finalmente, sigo teniendo interés en saber si Antonio Pérez Álvarez era hijo de Bernarda Álvarez de la Puerta y es posible quer tú puedas darme información al respecto. ¿Sería mucho pedirte que releas tus anotaciones por si sonara la flauta? Si así fuera te lo agradecería.
Un cordial saludo.
Un paisano de Sabino Ordás.
Mi agradecimiento por la atención que veo me sigues prestando y por la respuesta que insertas.
Permíteme ahora que te diga que mis inexactitudes no se deben al "boca a boca", dado que -las personas de las cuales hablo- no son conocidas por mis interlocutores del verano; la razón de las inexactitudes está en la falta de información documentada completa por mi parte, respecto de la que parece ser dispones tú: yo hablo de cuatro hijos (de los que tengo datos documentales) mientras que tú dices que fueron al menos ocho los hijos de Miguel y Ángela.
Esta falta de datos me llevó a interpretar que Anacleto Celedonio fuera el hijo varón mayor del matrimonio (lo que -según tú- no es así) y que Gregoria era la tercera entre los hijos de dicho matrimonio (según tú la sexta): Pido disculpas por mi ingenuidad y os prometo que, de ahora en adelante, pondré siempre la coletilla: "Según la información de que dispongo..."
A este respecto, convencido de que a nuestros paisanos les interesan estas historias y dado que yo no puedo dar información más amplia mientras que tú sí, te entrego el testigo: toma el relevo.
Perdona que vuelva a insistir, pero ya en ocasión anterior me dijiste que hablo fiándome de lo que me dice la gente y, consecuentemente, cometo errores; en aquella ocasión te pedí que salieras al paso de los mismos y los corrigieras: no lo hiciste. Permíteme que te insista en que así lo hagas, a fin de que quienes nos lean disfruten de la verdad auténtica y completa, pues de no ser así todo puede quedar en un entredicho sin mayor fundamento y que conduce al error.
Como ejemplo de corrección: "Martín Jabares estuvo casado, allá por el año de 1770 con Bernarda Vallejo Álvarez y no con una tía de ésta llamada Bernarda Álvarez de la Puerta (Lib. Inst.- Fol 3).
Finalmente, sigo teniendo interés en saber si Antonio Pérez Álvarez era hijo de Bernarda Álvarez de la Puerta y es posible quer tú puedas darme información al respecto. ¿Sería mucho pedirte que releas tus anotaciones por si sonara la flauta? Si así fuera te lo agradecería.
Un cordial saludo.
Un paisano de Sabino Ordás.
¡Hola, a todos!
El pasado 5 de noviembre de 2.016 se nos tachó de inexactos respecto a algunos datos dados sobre el Mayorazgo de Ardón al que venimos refiriéndonos y, desde el día 8 del mismo mes en que dimos respuesta sugiriendo se nos sacara de los errores (inexactitudes) estamos esperando las exactitudes, pero al día de hoy no hay respuesta. En consecuencia, dado mi interés en seguir contando algo de lo ocurrido en el pueblo en el pasado, validando mi costumbre libre y expontáneamente contraída y consciente de que muchos leéis mis comentarios, para no fallaros --dejando a un lado el objeto de controversia por la evidencia de los hechos-- a tenor de la información de que dispongo, hoy voy a hablaros sobre el pleito planteado por Bernarda Álvarez de la Puerta, hermana del cura fundador de dicho mayorazgo, y otros, hermanos, sobrinos y cuñados de dicho cura, contra Bernardo Pellitero, padre del primer llamado al disfrute de los bienes correspondientes a dicha fundación, Manuel Pellitero, cura también como ya hemos dicho en ocasión anterior.
Como es una historia larga, comienza en el año 1.770, el día 11 de agosto, fecha en que se entrega la primera demanda ante el Alcalde Mayor de la ciudad de León a cuya jurisdicción pertenecía el lugar de Ardón, por la "ut supra" citada Bernarda Álvarez y otros, hasta la resolución definitiva por carta ejecutoria del rey Carlos III, cuyo último auto de ordenamientos sobre la ejecución de la sentencia se emite en Valladolid el año 1.774, el día 1 de agosto, comenzaremos poniendo en escena el acto previo que después originará dicha demanda y que no es otro sino el otorgamiento por D. Francisco Álvarez de la Puerta de su testamento, de cuya reducción a escritura pública tengo copia fotográfica del original y cuya transcripción quizá cuelgue algún día en esta ventana para vuestro recreo, dado lo curioso del contenido de la misma.
Pues bien para empezar imaginaros la escena siguiente: una estancia amplia de la casa del Mayorazgo con una cama ocupada por D. Francisco, el cura de la parroquial de San Miguel de Ardón, enfermo y, alrededor de la misma, D. Martín de Cabo, vecino de Pobladura de Fontecha y comisario y confidente del dicho D. Francisco, D. Lupercio González, cura de la parroquial de Nuestra Señora de Ardón y al que el enfermo llamaba "su compañero", Bernardo Pellitero, padre del heredero y casado con una sobrina carnal de D. Francisco, los testigos José Raposo, de edad de 33 años poco más o menos, Mateo González, de 54 años de edad, Manuel Borraz, de edad de 60 años poco más o menos, Isidoro Delgado, de 26 años poco más o menos, José González, de 31 años de edad, Eugenio Fidalgo, de 40 años poco más o menos y único testigo que no sabía firmar, todos ellos de la vecindad de Ardón, y varias personas más, de las cuales no se especifica el nombre ni se hace referencia a la cantidad numérica de las mismas.
Por las declaraciones de los testigos se concluye que al acto, que fue solemne y largo, unas seis horas, -"como a la una de la tarde empezó a hacer su disposición testamentaria en la que continuó tomando algunos descansos hasta las siete poco más o menos del mismo día, diez y siete de abril año de mil setecientos y setenta, estando como estaba en su cabal juicio memoria y entendimiento natural"- asistieron todos los reseñados y las personas no nominadas, incluso a la firma del documento, dos hojas en que se recogieron por D. Martín de Cabo todas las mandas y legados que dictó el testador y de cuya lectura, anterior a la firma y en voz alta y clara para mejor conocimiento y entendimiento de su contenido final por todos, se encargó D. Lupercio, el cura de la parroquial de Nuestra Señora, ante el cual fue otorgado dicho testamento por falta de escribano en aquel momento, parece ser que D. Francisco tomó la decisión de testar el mismo día por la mañana, cuando se sintió peor de su enfermedad; de hecho murió al día siguiente, diez y ocho del referido mes de abril como a las seis o siete de la mañana.
El testamento fue reducido a escritura pública por el señor licenciado D. Francisco Javier de Herrero y Vela, Alcalde Mayor de la ciudad de León el veinte y tres del mes de abril de mil setecientos y setenta y, en el mismo, salvo pequeñas dádivas a sus criados, nombra comno único y universal heredero a uno de sus sobrinos segundos, Manuel Pellitero, dejando a la única hermana que aún quedaba, a los sobrinos carnales y al resto, un montón de sobrinos segundos, por cierto uno de éstos también llamado Manuel Pellitero, completamente olvidados: el pleito estaba servido, de él hablaremos en un próximo comunicado.
Nota.- Todo lo indicado arriba es un pequeño estracto del contenido del "libro del pleito entre Bernarda y Bernardo", libro que estoy transcribiendo en estos días.
Un cordial saludo para todos.
Un paisano de Sabino Ordás.
El pasado 5 de noviembre de 2.016 se nos tachó de inexactos respecto a algunos datos dados sobre el Mayorazgo de Ardón al que venimos refiriéndonos y, desde el día 8 del mismo mes en que dimos respuesta sugiriendo se nos sacara de los errores (inexactitudes) estamos esperando las exactitudes, pero al día de hoy no hay respuesta. En consecuencia, dado mi interés en seguir contando algo de lo ocurrido en el pueblo en el pasado, validando mi costumbre libre y expontáneamente contraída y consciente de que muchos leéis mis comentarios, para no fallaros --dejando a un lado el objeto de controversia por la evidencia de los hechos-- a tenor de la información de que dispongo, hoy voy a hablaros sobre el pleito planteado por Bernarda Álvarez de la Puerta, hermana del cura fundador de dicho mayorazgo, y otros, hermanos, sobrinos y cuñados de dicho cura, contra Bernardo Pellitero, padre del primer llamado al disfrute de los bienes correspondientes a dicha fundación, Manuel Pellitero, cura también como ya hemos dicho en ocasión anterior.
Como es una historia larga, comienza en el año 1.770, el día 11 de agosto, fecha en que se entrega la primera demanda ante el Alcalde Mayor de la ciudad de León a cuya jurisdicción pertenecía el lugar de Ardón, por la "ut supra" citada Bernarda Álvarez y otros, hasta la resolución definitiva por carta ejecutoria del rey Carlos III, cuyo último auto de ordenamientos sobre la ejecución de la sentencia se emite en Valladolid el año 1.774, el día 1 de agosto, comenzaremos poniendo en escena el acto previo que después originará dicha demanda y que no es otro sino el otorgamiento por D. Francisco Álvarez de la Puerta de su testamento, de cuya reducción a escritura pública tengo copia fotográfica del original y cuya transcripción quizá cuelgue algún día en esta ventana para vuestro recreo, dado lo curioso del contenido de la misma.
Pues bien para empezar imaginaros la escena siguiente: una estancia amplia de la casa del Mayorazgo con una cama ocupada por D. Francisco, el cura de la parroquial de San Miguel de Ardón, enfermo y, alrededor de la misma, D. Martín de Cabo, vecino de Pobladura de Fontecha y comisario y confidente del dicho D. Francisco, D. Lupercio González, cura de la parroquial de Nuestra Señora de Ardón y al que el enfermo llamaba "su compañero", Bernardo Pellitero, padre del heredero y casado con una sobrina carnal de D. Francisco, los testigos José Raposo, de edad de 33 años poco más o menos, Mateo González, de 54 años de edad, Manuel Borraz, de edad de 60 años poco más o menos, Isidoro Delgado, de 26 años poco más o menos, José González, de 31 años de edad, Eugenio Fidalgo, de 40 años poco más o menos y único testigo que no sabía firmar, todos ellos de la vecindad de Ardón, y varias personas más, de las cuales no se especifica el nombre ni se hace referencia a la cantidad numérica de las mismas.
Por las declaraciones de los testigos se concluye que al acto, que fue solemne y largo, unas seis horas, -"como a la una de la tarde empezó a hacer su disposición testamentaria en la que continuó tomando algunos descansos hasta las siete poco más o menos del mismo día, diez y siete de abril año de mil setecientos y setenta, estando como estaba en su cabal juicio memoria y entendimiento natural"- asistieron todos los reseñados y las personas no nominadas, incluso a la firma del documento, dos hojas en que se recogieron por D. Martín de Cabo todas las mandas y legados que dictó el testador y de cuya lectura, anterior a la firma y en voz alta y clara para mejor conocimiento y entendimiento de su contenido final por todos, se encargó D. Lupercio, el cura de la parroquial de Nuestra Señora, ante el cual fue otorgado dicho testamento por falta de escribano en aquel momento, parece ser que D. Francisco tomó la decisión de testar el mismo día por la mañana, cuando se sintió peor de su enfermedad; de hecho murió al día siguiente, diez y ocho del referido mes de abril como a las seis o siete de la mañana.
El testamento fue reducido a escritura pública por el señor licenciado D. Francisco Javier de Herrero y Vela, Alcalde Mayor de la ciudad de León el veinte y tres del mes de abril de mil setecientos y setenta y, en el mismo, salvo pequeñas dádivas a sus criados, nombra comno único y universal heredero a uno de sus sobrinos segundos, Manuel Pellitero, dejando a la única hermana que aún quedaba, a los sobrinos carnales y al resto, un montón de sobrinos segundos, por cierto uno de éstos también llamado Manuel Pellitero, completamente olvidados: el pleito estaba servido, de él hablaremos en un próximo comunicado.
Nota.- Todo lo indicado arriba es un pequeño estracto del contenido del "libro del pleito entre Bernarda y Bernardo", libro que estoy transcribiendo en estos días.
Un cordial saludo para todos.
Un paisano de Sabino Ordás.
Hola, un paisano de sabino ordas: hace algún tiempo un amigo me dijo lo siguiente: tanto en Internet como en los foros la gente escribe lo que quiere, como quiere y cuando quiere, también tú puedes hacerlo, pero no es muy correcto que a un participante le digas que está equivocado porque entre otras cosas no te lo va a acepta y si lo hace lo hará a regañadientes. Y tiene razón. No volverà a ocurrir.
Para demostrate que en el caso que nos ocupa habia inesactitudes (repito no volvera aocurrir, si lo hago ahora po que es un tema pendiente) a continuación inserto la literalidad de una parte del testamento de Miguel Gonalez Marcos (1811-1891) y Ana Vega Martinez (1812-1874)
"... que quedre instituyen y nombran por sus únicos y universales herederos a sus cuatro hijos Francisco, Celedonio, Gregoria y Gregorio González Vega y a sus nietos Félix González hijo de José ya difunto y a Froilán Álvarez hijo de Eustaquia"
Cuando en 1881 Bernardo Pellitero hace testamento otorga una bodega en el barrio de San Vicente a su hijo Manuel Pellitero que linda por el poniente con otra del Vinculo creado por Francisco Alvarez y por el Oriente con Isidro Pellitero
Me pasan la siguiente informacion: A Bernarda Álvarez de la Puerta LA CONTABILIZO SEIS HIJOS PERO NINGUNO DE ELLOS SE LLAMA ANTONIO
Saludos cordiales
Para demostrate que en el caso que nos ocupa habia inesactitudes (repito no volvera aocurrir, si lo hago ahora po que es un tema pendiente) a continuación inserto la literalidad de una parte del testamento de Miguel Gonalez Marcos (1811-1891) y Ana Vega Martinez (1812-1874)
"... que quedre instituyen y nombran por sus únicos y universales herederos a sus cuatro hijos Francisco, Celedonio, Gregoria y Gregorio González Vega y a sus nietos Félix González hijo de José ya difunto y a Froilán Álvarez hijo de Eustaquia"
Cuando en 1881 Bernardo Pellitero hace testamento otorga una bodega en el barrio de San Vicente a su hijo Manuel Pellitero que linda por el poniente con otra del Vinculo creado por Francisco Alvarez y por el Oriente con Isidro Pellitero
Me pasan la siguiente informacion: A Bernarda Álvarez de la Puerta LA CONTABILIZO SEIS HIJOS PERO NINGUNO DE ELLOS SE LLAMA ANTONIO
Saludos cordiales
¡Hola, "desde Madrid"! ¡Hola, a todos!
En escrito del 8-XI-2016 insistí en preguntarte sobre la existencia de un posible hijo de Bernarda Álvarez de la Puerta, que se llamara Antonio. Me contestaste que te pasaban información negativa en tal sentido, aunque la contabilizaban seis hijos.
Yo, por ahora, nada más puedo referirme a cinco hijos del matrimonio legítimo de esta señora con Matías Pérez:
1.- Juan Pérez Álvarez, bautizado de socorro al nacer, recibió los santos óleos en la iglesia de San Miguel el día 2 de abril de 1721, siendo sus padrinos D. Matías Rey, cura de la parroquial de Santa María, y su abuela materna, Dominga de la Puerta (en el documento la ponen el apellido de Álvarez).
2.- Ana Pérez Álvarez, que nació el 25 de mayo de 1723 y fue bautizada en la iglesia de Santa María el día 6 de junio, siendo padrinos Andrés de la Vega y su abuela materna, la ya dicha Dominga de la Puerta.
3.- Antonio Pérez Álvarez, que nació el día 5 de enero de 1725 y fue bautizado en la iglesia de Santa María el 16 de dicho mes, siendo sus padrinos Antonio Prieto, casado con su abuela materna (Dominga de la Puerta) en segundas nupcias, y Micaela Benéitez.
4.- María Manuela Pérez Álvarez, la cual nació el 2 de febrero de 1727 y fue bautizada en la iglesia de Santa María el día 16 de dichos mes y año; fueron padrinos el licenciado Francisco Álvarez, su tío materno (cura que años después mandó construir la capilla de santo Antonio, anexa a la iglesia de San Miguel) y a la sazón con 19-20 años, y Úrsula Fernández.
5.- Alejandro Pérez Álvarez, nacido en 1729. (1)
Después de esta aportación creo que puedes ampliar el árbol genealógico de Bernarda, yo seguiré investigando para conseguirlo.
Aprovecho la ocasión para animar a todos los que nos siguen a que se confinen dada la situación pandémica tan descontrolada en que nos encontramos y la falta de colaboración de algunos.
Un cordial saludo para todos.
(1) Libro de partidas de bautismo.
Un paisano de Sabino Ordás.
En escrito del 8-XI-2016 insistí en preguntarte sobre la existencia de un posible hijo de Bernarda Álvarez de la Puerta, que se llamara Antonio. Me contestaste que te pasaban información negativa en tal sentido, aunque la contabilizaban seis hijos.
Yo, por ahora, nada más puedo referirme a cinco hijos del matrimonio legítimo de esta señora con Matías Pérez:
1.- Juan Pérez Álvarez, bautizado de socorro al nacer, recibió los santos óleos en la iglesia de San Miguel el día 2 de abril de 1721, siendo sus padrinos D. Matías Rey, cura de la parroquial de Santa María, y su abuela materna, Dominga de la Puerta (en el documento la ponen el apellido de Álvarez).
2.- Ana Pérez Álvarez, que nació el 25 de mayo de 1723 y fue bautizada en la iglesia de Santa María el día 6 de junio, siendo padrinos Andrés de la Vega y su abuela materna, la ya dicha Dominga de la Puerta.
3.- Antonio Pérez Álvarez, que nació el día 5 de enero de 1725 y fue bautizado en la iglesia de Santa María el 16 de dicho mes, siendo sus padrinos Antonio Prieto, casado con su abuela materna (Dominga de la Puerta) en segundas nupcias, y Micaela Benéitez.
4.- María Manuela Pérez Álvarez, la cual nació el 2 de febrero de 1727 y fue bautizada en la iglesia de Santa María el día 16 de dichos mes y año; fueron padrinos el licenciado Francisco Álvarez, su tío materno (cura que años después mandó construir la capilla de santo Antonio, anexa a la iglesia de San Miguel) y a la sazón con 19-20 años, y Úrsula Fernández.
5.- Alejandro Pérez Álvarez, nacido en 1729. (1)
Después de esta aportación creo que puedes ampliar el árbol genealógico de Bernarda, yo seguiré investigando para conseguirlo.
Aprovecho la ocasión para animar a todos los que nos siguen a que se confinen dada la situación pandémica tan descontrolada en que nos encontramos y la falta de colaboración de algunos.
Un cordial saludo para todos.
(1) Libro de partidas de bautismo.
Un paisano de Sabino Ordás.
¡Buenas tardes!
Hoy voy a hablaros del destino final de los ornamentos sagrados de D. Manuel Pellitero Vellejo, primer llamado al disfrute del vínculo "Patronato Real de Legos" que con la advocación de San Antonio de Padua fundó su tío D. Francisco Álvarez de la Puerta y erigió su comisionado D. Martín de Cabo, vecino de Pobladura de Fontecha, como ejecutor de su última voluntad.
Pues bien, entre el 1º de mayo de 1807 y otro tal de 1808, periodo en que ejerció la mayordomía de las iglesias de Ardón Froilán Ordás, murió el párroco de la de Santa María, D. Antonio Álvarez, y como cura que era fue enterrado con los ornamentos sagrados que le incumbían. En la cuenta correspondiente a dicho año se hace un cargo a tal efecto --mortaja-- por valor de trescientos veinte reales, pero no se menciona su pago o reposición por parte del mayordomo. (1)
Dos años después, cuando se toman las cuentas al mayordomo correspondiente al periodo comprendido entre el 1º de mayo de 1809 y otro tal de 1810, Lorenzo Castillo, se inserta en el acta una anotación en los términos siguientes: -"Del alcance anterior (593 reales y 20 maravedís) que es el de la presente cuenta de Lorenzo Castillo, están trescientos veinte reales en poder de D. Froilán Ordás, de la mortaja de D. Antonio Álvarez, por lo que queda líquido, de los quinientos veinte y tres con veinte maravedís, doscientos setenta y tres reales y veinte maravedís."- (2)
En nota marginal, inserta tres años después al final de esta toma de cuentas de Lorenzo Castillo, se hace alusión a otra aclaración que se hace a continuación de la toma de cuentas a Matías Martínez, mayordomo que fue entre el 1º de mayo de 1811 y otro tal 1812, en la que se dice: -"Los trescientos veinte reales que aquí se expresan están pagados por D. Froilán Ordás en la forma que expresa una nota que se puede ver al fin. Descuento de la cuenta que dio Matías Martínez, mayordomo que fue en el año de 1812, en cuyo mayo concluyó. Para que conste lo firmo como cura en Ardón y enero y 18 de 1813. D. Tirso Álvarez." (3)
Es de advertir que en las cuentas tomadas ocho meses antes a dicho Matías Martínez no aparece registro ninguno alusivo a tal descuento ni se hace mención alguna del mismo. Sin embargo en el libro de fábrica se inserta, sin intervención del arcipreste que tomó las cuentas, a continuación del acta de éstas la nota siguiente: -"Los trescientos veinte reales que al último de la cuenta de Lorenzo Castillo, mayordomo que fue de estas iglesias y concluyó en el año de mil ochocientos diez quedan enteramente satisfechos y pagados a presencia de D. Tirso Álvarez, cura de la parroquial de San Miguel, y de D. Miguel Macías, vicario de la de Santa María de éste de Ardón, con la entrega de los ornamentos que dicho vicario recibió que son los siguientes: D. Froilán Ordás, a nombre de su conjunta mujer Dª Josefa Pellitero, hace entrega en paga de la mencionada deuda un amito y alba de cruz, casi nuevos, un cíngulo de seda, una casulla encarnada con el paño de medio de flores, con manípulo y estola correspondientes, con bolsa y corporales finos y con paño de sobre cáliz de china; y además una casulla de color morado con manípulo y estola del mismo color a media usa, cuyo importe, según reconocimiento de inteligentes, es notablemente excesivo al importe de dicha deuda, de cuyo exceso hago gracia y donación a la iglesia de Santa María a quien correspondía dicha deuda; y para que conste lo firmo con dichos señores cura y vicario de Ardón y enero diez y ocho de 1813.= Froilán Ordás = D. Tirso Álvarez = D. Jerónimo Macías."
Si tenemos en cuenta que D. Manuel Pellitero, presbítero y beneficiado de Ardón, vicario del partido de Vega y Páramo, primer llamado al disfrute del vínculo citado en el encabezamiento y quizá el paisano más rico de Ardón en su tiempo, había muerto el 14 de enero de 1804 y que D. Froilán Ordás fue su cuñado, pues estaba casado con la hermana que le atendió en vida, Dª Josefa Pellitero Vallejo, podemos concluir que las ropas ornamentales que este matrimonio entrega a D. Jerónimo Macías, vicario de la iglesia de Santa María, en presencia de D. Tirso Álvarez, Párroco de San Miguel, en recompensa de los trescientos veinte reales que quedó en su poder D. Froilán desde que fue mayordomo, pertenecían al citado D. Manuel Pellitero.
También podemos concluir que el difunto, cuya mortaja tuvo que pagar la iglesia, quizá revistiéndole de ornamentos mucho menos valiosos que los citados anteriormente, era uno de los curas pobres de Ardón.
Podríamos resaltar algunas conclusiones más, pero nos vamos a limitar a una evidencia: D. Froilán y Dª Josefa negociaron con las ropas ornamentales de D. Manuel, haciéndolo de manera muy ventajosa, pues cobraron la mercancía, de segunda mano, cinco años antes de entregarla.
(1) Lib. Fab.-Fol. 121v
(2) " " Fol. 123v
(3) " " Fol. 129r
($9 " " Fol. 134r
Un cordial saludo para todos.
Un paisano de Sabino Ordás.
Hoy voy a hablaros del destino final de los ornamentos sagrados de D. Manuel Pellitero Vellejo, primer llamado al disfrute del vínculo "Patronato Real de Legos" que con la advocación de San Antonio de Padua fundó su tío D. Francisco Álvarez de la Puerta y erigió su comisionado D. Martín de Cabo, vecino de Pobladura de Fontecha, como ejecutor de su última voluntad.
Pues bien, entre el 1º de mayo de 1807 y otro tal de 1808, periodo en que ejerció la mayordomía de las iglesias de Ardón Froilán Ordás, murió el párroco de la de Santa María, D. Antonio Álvarez, y como cura que era fue enterrado con los ornamentos sagrados que le incumbían. En la cuenta correspondiente a dicho año se hace un cargo a tal efecto --mortaja-- por valor de trescientos veinte reales, pero no se menciona su pago o reposición por parte del mayordomo. (1)
Dos años después, cuando se toman las cuentas al mayordomo correspondiente al periodo comprendido entre el 1º de mayo de 1809 y otro tal de 1810, Lorenzo Castillo, se inserta en el acta una anotación en los términos siguientes: -"Del alcance anterior (593 reales y 20 maravedís) que es el de la presente cuenta de Lorenzo Castillo, están trescientos veinte reales en poder de D. Froilán Ordás, de la mortaja de D. Antonio Álvarez, por lo que queda líquido, de los quinientos veinte y tres con veinte maravedís, doscientos setenta y tres reales y veinte maravedís."- (2)
En nota marginal, inserta tres años después al final de esta toma de cuentas de Lorenzo Castillo, se hace alusión a otra aclaración que se hace a continuación de la toma de cuentas a Matías Martínez, mayordomo que fue entre el 1º de mayo de 1811 y otro tal 1812, en la que se dice: -"Los trescientos veinte reales que aquí se expresan están pagados por D. Froilán Ordás en la forma que expresa una nota que se puede ver al fin. Descuento de la cuenta que dio Matías Martínez, mayordomo que fue en el año de 1812, en cuyo mayo concluyó. Para que conste lo firmo como cura en Ardón y enero y 18 de 1813. D. Tirso Álvarez." (3)
Es de advertir que en las cuentas tomadas ocho meses antes a dicho Matías Martínez no aparece registro ninguno alusivo a tal descuento ni se hace mención alguna del mismo. Sin embargo en el libro de fábrica se inserta, sin intervención del arcipreste que tomó las cuentas, a continuación del acta de éstas la nota siguiente: -"Los trescientos veinte reales que al último de la cuenta de Lorenzo Castillo, mayordomo que fue de estas iglesias y concluyó en el año de mil ochocientos diez quedan enteramente satisfechos y pagados a presencia de D. Tirso Álvarez, cura de la parroquial de San Miguel, y de D. Miguel Macías, vicario de la de Santa María de éste de Ardón, con la entrega de los ornamentos que dicho vicario recibió que son los siguientes: D. Froilán Ordás, a nombre de su conjunta mujer Dª Josefa Pellitero, hace entrega en paga de la mencionada deuda un amito y alba de cruz, casi nuevos, un cíngulo de seda, una casulla encarnada con el paño de medio de flores, con manípulo y estola correspondientes, con bolsa y corporales finos y con paño de sobre cáliz de china; y además una casulla de color morado con manípulo y estola del mismo color a media usa, cuyo importe, según reconocimiento de inteligentes, es notablemente excesivo al importe de dicha deuda, de cuyo exceso hago gracia y donación a la iglesia de Santa María a quien correspondía dicha deuda; y para que conste lo firmo con dichos señores cura y vicario de Ardón y enero diez y ocho de 1813.= Froilán Ordás = D. Tirso Álvarez = D. Jerónimo Macías."
Si tenemos en cuenta que D. Manuel Pellitero, presbítero y beneficiado de Ardón, vicario del partido de Vega y Páramo, primer llamado al disfrute del vínculo citado en el encabezamiento y quizá el paisano más rico de Ardón en su tiempo, había muerto el 14 de enero de 1804 y que D. Froilán Ordás fue su cuñado, pues estaba casado con la hermana que le atendió en vida, Dª Josefa Pellitero Vallejo, podemos concluir que las ropas ornamentales que este matrimonio entrega a D. Jerónimo Macías, vicario de la iglesia de Santa María, en presencia de D. Tirso Álvarez, Párroco de San Miguel, en recompensa de los trescientos veinte reales que quedó en su poder D. Froilán desde que fue mayordomo, pertenecían al citado D. Manuel Pellitero.
También podemos concluir que el difunto, cuya mortaja tuvo que pagar la iglesia, quizá revistiéndole de ornamentos mucho menos valiosos que los citados anteriormente, era uno de los curas pobres de Ardón.
Podríamos resaltar algunas conclusiones más, pero nos vamos a limitar a una evidencia: D. Froilán y Dª Josefa negociaron con las ropas ornamentales de D. Manuel, haciéndolo de manera muy ventajosa, pues cobraron la mercancía, de segunda mano, cinco años antes de entregarla.
(1) Lib. Fab.-Fol. 121v
(2) " " Fol. 123v
(3) " " Fol. 129r
($9 " " Fol. 134r
Un cordial saludo para todos.
Un paisano de Sabino Ordás.